Santurtzi disfruta con la Itzulia

Mientras media Bizkaia ponía rumbo a Cantabria para pasar la Semana Santa, la Itzulia recalaba en Santurtzi para afrontar la primera de las etapas con salida y llegada en la misma localidad. Los equipos, que han madrugado para evitar el colapso, se han repartido por la explanada del puerto mientras cientos de personas, muchas de ellas con maillot y bici, otras muchas con niños deseando ver a sus ídolos, se han concentrado en busca de un autógrafo, de una foto.

De entrada, llos vascos los más aplaudidos. Es el caso de Euskaltel, uno de los más madrugadores en llegar. También Caja Rural, que cuenta en sus filas con Jon Barrenetxea, rey de la montaña y que ha tenido una nutrida presencia de seguidores que le han aplaudido en el control de firmas. Después han ido pasando por allí hasta completar la presentación de los 23 equipos que compiten en esta carrera, entre ellos el Bora de Sergio Higuita, protagonista ayer en el muro de Hika al quedar cerrado por Juanpe López. «Iba muy bien de piernas, tenía una gran oportunidad pero me tuve que ir contra la valla, luego empujé para no caerme y se frenaron otros ciclistas... Un desastre», ha reconocido el colombiano.

Por allí cerca, disfrutando del día, aparecían viejas caras conocidas del mundo del ciclismo. Marino Lejarreta, Iker Camaño, David López... El ambiente era relajado, de reencuentro de amigos, aunque para los equipos que están en disposición de ganar la Itzulia, no hay jornada festiva que valga. Es el caso de Jumbo, de Barhain, de Ineos, de EF... En esas formaciones las reuniones de equipo son las más largas, se analizan las trampas de la etapa de hoy, donde La Asturiana será el puerto destinado a seleccionar el pelotón... Mientras, fuera de los autobuses, los aficionados se concentran en uno de ellos. Ineos tiene al protagonista del día, y Omar Fraile disfruta del momento. Está en casa, con su gente, y afronta una etapa diseñada por él. Lo de ganar lo ve más complicado. Sabe que tiene muchos de los ojos del pelotón puestos en él. Pero la sonrisa con la que ha afrontado la salida no se la quita nadie.