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Iñaki Izquierdo
Martes, 9 de abril 2024, 01:23
Julián Eraso ha vivido una Itzulia del centenario muy dura, marcada por la tremenda caída del jueves que mandó al hospital a las tres grandes figuras de la carrera, Jonas Vingegaard (Visma), Remco Evenepoel (Soudal) y Primoz Roglic (Bora). El presidente de Organizaciones Ciclistas Euskadi ... tuvo que gestionar una situación crítica que achaca a una problemática estructural de un ciclismo en el que los corredores asumen demasiados riesgos. Está satisfecho con el desenlace final y el respaldo a su trabajo por parte de equipos y Unión Ciclista Internacional (UCI).
- Un bonito final para una semana que resultó tremenda...
- De infarto. Ha sido una semana que seguramente será irrepetible, pase lo que pase. Que tú tengas el mejor pelotón del mundo y que de repente antes de salir ya se te retire uno (Pidcock) porque se lo lleva el viento, que en la segunda etapa ya tengas caídas y dos días más tarde se te caigan diez y entre ellos estén los tres mejores corredores del mundo, eso es inimaginable. Juegas a la lotería y es casi imposible que te toque. Hemos tenido toda la mala suerte del mundo.
- Prácticamente no ha habido ni un solo día tranquilo.
- Después de pasar eso, al día siguiente se nos cayó Mikel Landa. Yo ya estaba casi deseando terminar para que no se nos quedase el pelotón diezmado. Afortunadamente, el último día hicieron un etapón. La última etapa de la Itzulia tiene su impronta, es una gran clásica que no le tiene envidia a ninguna. Ya se vio la pelea que mantuvieron todos los corredores, las tácticas de los equipos y cómo se fueron los dos chavales que tienen más proyección. Entre ellos están también los nuestros, Igor Arrieta y Markel Beloki, que se irán incorporando con ellos. Haremos un plantel de buenos corredores.
- ¿Ha faltado presencia del ciclismo vasco?
-Me ha faltado un guiño a uno de los nuestros en el podio final. Ion, Pello... Cualquiera de ellos, pero me doy por satisfecho porque Carlos Rodríguez, que ya ganó en Mallabia, trabajó con Ayuso, que se anotó la general. Se conocen mucho, son amigos de toda la vida, y a nosotros nos han vestido el podio de bonito, porque estos dos son la esperanza del ciclismo español. El relevo de los vascos vendrá también, estoy seguro porque andan de forma maravillosa. Tengo confianza en el futuro.
- ¿Ha dado muchas vueltas a las caídas?
- La pega que me queda, que no sabemos cómo resolver nosotros ni nadie, es la velocidad. La rapidez a la que andan los ciclistas, que es la que al final provoca todos estos accidentes. Ellos lo saben, ¿pero quién frena? Si yo freno, tú corres más y me quitas el sitio. Es un problema que no sé cómo lo vamos a resolver. No está en la mano de los organizadores. La UCI tendrá que hacer algo. Parece que ya hay quien apunta que el sistema de los puntos no es bueno. También se percibe que los pinganillos en vez de para reforzar la seguridad de los corredores están sirviendo para todo lo contrario, porque vale para dar notificaciones de que todo el mundo vaya para delante y eso crea tensión a los ciclistas. Hay muchas cosas que hay que mirar que no están en nuestra mano y ya veremos qué pasa. Lo que nos ha sucedido a nosotros en esta Itzulia no se lo deseo a nadie. Tampoco a nosotros.
- ¿Cómo lo han gestionado?
- Hemos pasado por el agujero y lo hemos salvado fenomenal, a pesar de las críticas locas que se ponen en redes sociales, donde todo el mundo desde el anonimato escribe cualquier cosa. Nos quedamos conformes porque la respuesta de los corredores, de los directores, de los equipos, incluso de la UCI, ha sido satisfactoria. La UCI nos ha felicitado por la forma en que gestionamos el accidente, en que pudimos dar la segunda salida. Aunque no fue disputa total, los espectadores que estaban en Gatzaga o en la meta esperando la carrera pudieron disfrutar de los ciclistas, y eso es lo que tenemos que respetar. Los aficionados son los que se merecen todo. Es para quienes montamos este circo, este invento.
- ¿Cómo duerme un organizador después de unos acontecimientos así?
- Es muy complicado de llevar a nivel personal. Siempre he dicho y diré que trabajamos todo el año para organizar esta carrera. Luego tenemos la femenina el mes que viene y después la Clásica, así que el trabajo no para. Dedicamos todo el año a hacer estas pruebas. Cuando empieza la carrera suelo estar deseando que termine, parece mentira, pero es por la tensión que vivo. Este año lo hemos pasado especialmente mal. Pero ha terminado bien, con un ganador y un podio muy buenos. Me alegro de que los grandes gallos hayan tenido sustitutos en los chavales jóvenes y eso nos da una alegría.
- Entre la gente del ciclismo nadie ha culpado a la organización.
- Así es. La velocidad es algo que hay que solucionar, pero no está en nuestras manos.
Jonas Vingegaard (Visma) sigue ingresado en el hospital de Txagorritxu de Vitoria, donde recibe tratamiento desde su caída del jueves en la Itzulia. El danés se recupera de las fracturas de clavícula izquierda, omóplato (escápula) y costillas, que le provocaron un neumotórax. Esta es la lesión más delicada y la que impide que los médicos autoricen su traslado. Vingegaard se encuentra acompañado por su esposa en el hospital alavés. La presencia del danés en el Tour está en el aire y el propio equipo Visma admite que no está garantizada su presencia en la salida de Florencia, el 29 de junio. El conjunto neerlandés no da plazos para que su estrella reciba el alta.
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