La inquietud por Ayuso se traslada a la Itzulia

Ahora, con apenas 20 años, realizó una buena pretemporada y se disponía a debutar a finales de enero en la Volta a la Comunidad Valenciana cuando diez días antes empezó a notar molestias en la parte posterior de la pierna derecha. «Le hicimos una ecografía y un TAC. Vimos que había molestias en el Tendón de Aquiles y decidimos pararle un tiempo. Preferimos no apresurarnos a competir». Primer debut frustrado para el nuevo talento español, nacido en Barcelona y criado en Jávea.

Pasan ya dos meses y medio y Ayuso continúa sin fecha de regreso. Entrena dos horas, tres, y vuelve a casa. Su mejoría avanza a ritmo de grupeta subiendo el Angliru. La intención del UAE era que participara en el Volta a Catalunya y en la Itzulia, pero no ha sido posible. La realidad es que solo ha salido de Andorra, su residencia habitual y la de medio pelotón nacional, para acudir a la consulta de diferentes especialistas como la de Mikel Sánchez en Vitoria. «Hemos hablado entre todos y lo mejor es tener cuatro semanas de entrenamiento seguido. Lleva dos semanas rodando de forma paulatina y cuando agote ese periodo, una vez recuperado de forma absoluta, tomaremos la decisión del calendario perfecto para él».

La tendinitis es una inflamación frecuente en el mundo del ciclismo causado por un mal gesto en el pedaleo. Cuando Ayuso acelera el ritmo, su Tendón de Aquiles aún se resiente. Lo previsto era que las molestias desaparecieran después de las dos primeras semanas, un mes a lo sumo, pero no ha sido así. «Le impide pedalear de forma normal», confirma Matxin, que trata de protegerle y cubrirle. «Sobre todo para que no tenga estrés ni presión cuando vuelva». Y porque son conscientes de que un regreso precipitado aumenta el riesgo de recaída.

Entre los directores del UAE se percibe cierta inquietud sobre el estado de uno de sus cuatro líderes. Una lesión cuyo dolor aparece y desaparece de manera irregular, lo peor para la cabeza del talento español, preocupado ante la tardía solución. «Obviamente le gustaría estar corriendo aquí pero está aprendiendo que las circunstancias a veces no son como uno quiere», recalca Matxin. La tendinitis ha trastocado toda la primera parte de la temporada del devorador de récords de precocidad. Tercero en la Vuelta con 19 años, el segundo más joven en un cajón de una grande, por detrás de Henri Cornet, ganador del Tour de 1904 con cinco días menos de los que Ayuso tenía en el pedestal de Cibeles. El primero en hacerlo después de dar positivo en coronavirus en plena carrera.

La nueva esperanza del ciclismo español hecha realidad estrenó su casillero de victorias el año pasado en Getxo. Todavía no ha conseguido ninguna más, pero se le advierte un palmarés prometedor. Porque tiene punch. Velocidad para rematar en pequeños grupos, clase a raudales, buena posición en las contrarrelojes, y no le tiembla el pulso a la hora de atacar, lo que congenia muy bien con el espectáculo y con la generación de jóvenes ciclistas actuales, siempre dispuestos a dejar marginado a los que quieren ir al tran tran. Comparte equipo con Pogacar, pero disputan calendarios completamente distintos. El objetivo de esta temporada de Ayuso se mantiene en la Vuelta a España. Por primera vez, ya con aspiraciones de hacer una buena general. El año pasado se saltó varios pasos. De hecho, en julio no estaba previsto ni que la fuera a correr. Y acabó tercero. Este año sigue sin debutar. La salida de Barcelona aún queda lejos y no peligra. «Vamos poco a poco. La Vuelta es en agosto-septiembre. De momento, tranquilos», reitera Matxin. Pero el talento del alicantino no es de los que se saborea únicamente durante 21 días. Una enigmática tendinitis está privando al ciclismo español de ver a uno de los autores de su resurgir.

El UAE también perdió en Cataluña a Adam Yates. Después de la caída en la primera etapa, tuvo «problemas de retención de líquidos». «Cogió un poco de peso y lo ideal era descansar un poco y no correr aquí». Con Almeida concentrado para el Giro y Pogacar exhibiéndose en Flandes, el peso del equipo recae en McNulty y Marc Soler. «Hay que ser conscientes de que es un buen corredor pero que Vingegaard, Mas y Gaudu están un peldaño por encima», exculpa el director deportivo. «Pero seremos competitivos y atacantes», desafía.