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Vitoria se echó de nuevo ayer a la calle para apoyar la salida de los ciclistas. Había más razones, si cabe, para hacerlo tras lo ... sucedido el día anterior. El calor y el apoyo del público vinieron bien a un tocado pelotón. Ya en el control de firmas de Mendizabala se dejó sentir el gentío en torno a los autobuses y los coches de los diferentes equipos. Cierto es que las escuadras donde militan los corredores alaveses eran las que más expectación concitaron, sobre todo por Mikel Landa y el debutante Markel Beloki. Familiares y amigos de uno y otro recibían también el cariño de los más cercanos y conseguir un autógrafo o fotografía de alguno de ellos costó un buen rato a más de uno.
Para cuando Landa y Beloki salieron de sus autobuses al control de firmas ya habían regresado de completar el acto protocolario Ibón Ruiz, Joseba López y Víctor de la Parte, quienes también se llevaron el calor de la afición local. Todos se mostraban encantados con el ambiente que estaban viviendo. Transmitían buenas sensaciones para la anteúltima jornada de la Itzulia.
Por supuesto que el escalador de Murgia el que más. El abandono de su compañero Evenepoel horas antes por una caída camino de Aramaiona le daba todas las opciones de pelear por la general. «Tengo que intentar darle la vuelta a la carrera a ver si podemos acabar entre los tres primeros», pronunciaba poco antes de tomar la salida. Convencido de su potencial y de su momento de forma -venía de ser segundo en Volta a Cataluña-, el del Soudal estaba ante la seria opción de estar de nuevo con los mejores.
Con lo que no contaba era con que la desgracia en forma de caída iba a tocarle a él un par de horas después. Fue en Mañaria, en una rotonda. Poco antes de empezar la subida a Urkiola, el zuyano se fue al suelo y escuchó un crujido. Un sonido que para él no era nuevo. Clavícula derecha rota esta vez, collarín, ambulancia y para Cruces. Otro nefasto ritual que rompía un estreno de curso más que esperanzador para él. Las posteriores exploraciones determinaron la quinta y sexta costillas rotas también. De entrada, el alavés dice adiós a la Flecha Valona y Amstel Gold Race, las siguientes competiciones en las que tenía pensado colocarse un dorsal y la llegada al Tour de Francia está marcada con ciertas incertidumbres.
Así que no era de extrañar que todavía en Amorebieta su accidente fuera de lo más comentado. Lo que horas antes eran alegría y ánimos giró a un estado de rabia y decepción. La salida de Vitoria había despertado grandes emociones para Markel Beloki. Debutante, en su cuarto mes como profesional, trataba de mantener la templanza ante tanto agasajo. «Estar aquí con tus amigos y familia es algo bonito, es una ilusión tremenda para mí», reconocía el joven integrante del Education First, quien apuntaba que en su segunda carrera World Tour se ve mejor de lo esperado. «Aquí hay más tensión que en UAE. Voy a gusto, aunque es dura y a la vez se aprende mucho», relataba Beloki.
Quien también fue solicitado en varias ocasiones resultó ser Víctor de la Parte. El veterano ciclista del Euskaltel-Euskadi aguantó con los mejores en la meta de Amorebieta y se mostraba agradecido por el apoyo de su gente. «Los alaveses estamos bien y sobre todo emocionados por correr la carrera de casa. Yo me encuentro bien y mi objetivo es pelear por un buen puesto en la general», admitía poco después de pasar por el control de firmas el experimentado ciclista.
Igual de contento se mostraba Ibón Ruiz. «Sigo buscando ser regular y progresar año a año, estoy satisfecho de cómo marchan las cosas y a ver si siguen así», contaba el del Kern Pharma antes de mostrarse combativo en Urkiola y Muniketa. Igualmente Joseba López asumía horas después de formar parte de la escapada de Legutiano su buen hacer en la carrera. «Mi estreno en el World Tour fue un poco raro, pero luego ya vas cogiendo confianza y tranquilizándote. A ver cómo responde el cuerpo al esfuerzo», valoraba el del Caja Rural, quien ya ganó en Portugal hace días.
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