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Mikel Landa afronta su decimoquinta temporada como profesional. Lo hace estrenando maillot. Tras cuatro temporadas en el Bahrain, el equipo donde más tiempo ha permanecido, viste desde ayer el azul y blanco del Soudal-Quick Step. Cambiará su rol, pero lo asume con naturalidad. De ... ser ayudado a ayudar. Eso no significa que no se vea todavía en disposición de subir al podio en una gran ronda o de pelear por una victoria de etapa. Y es que 2023 ha sido un buen año para él, pese a quedarse con la espinita del Tour. Concede a EL CORREO su primera entrevista como integrante del conjunto belga a primera hora de una nublada mañana en Amurrio, su nueva residencia. Charla distendida antes de subirse a su nueva bicicleta para afrontar una sesión de entrenamiento.
- ¿Cómo están siendo las primeras semanas con su nuevo equipo?
- Con ilusiones renovadas. He estado ya en dos concentraciones con ellos y satisfecho. Me gusta lo que he visto.
- ¿Hay muchas diferencias con otras estructuras por las que ha pasado?
- Sí, tienen otra forma de trabajar. Son gente experta, con muchos años de trayectoria y se ve lo que quieren hacer. Se han especializado más en las clásicas y ahora están apostando por las grandes vueltas y es como ver crecer algo.
- Entonces le tocará a usted enseñarles algunos de los conocimientos que ha adquirido durante estos años.
- Sí, imagino que se apoyarán bastante en mí para preparar este tipo de carreras y espero poder aportarles lo que he ido aprendiendo.
- ¿Cómo se encuentra con Remco o Alaphilippe?
- A gusto. Con Julian he coincidido más en el pelotón estos años. Son gente maja y he congeniado francamente bien con ambos. Con Remco he hablado y entrenado bastante estos días. Hemos comentado básicamente la idea que hay en el equipo de llegar al Tour en la mejor disposición.
- ¿Y con Lefevere como patrón del equipo?
- Con él he estado bastante menos. Está en una fase de transición, porque su idea es ir apartándose poco a poco. Conocimos al nuevo CEO del equipo y realmente nos deja trabajar mucho.
- ¿Le han insistido mucho con la mejora en la contrarreloj?
- Dedicamos unos días a poner a punto la bici nueva y vamos a trabajar en ello. Tanto ellos como yo estamos interesados en mejorar ese aspecto.
- ¿Cómo vivió aquellas semanas en las que se especuló con la posible fusión con Jumbo-Visma?
- Fueron días de bastantes nervios. Al principio no haces mucho caso, más que nada porque Lefevere no me había dicho nada cuando cerré mi fichaje. Luego vas viendo que van saliendo otras cosas y te inquietas un poco. Por suerte todo salió bien, lo que la mayoría quería, y todos contentos.
- ¿Conoce ya su calendario de inicio de temporada?
- Sí. Arranco en Algarve y luego haré Cataluña, Itzulia, las Árdenas, Dauphine y Tour. No voy al Giro. Es importante que corra con Remco varias carreras antes del Tour y si fuera a Italia condicionaría bastante la primera parte del calendario.
- O sea que desde el primer día con él.
- Así será. Quitando la Itzulia el resto correré junto a él. La idea es estar ya bien para Cataluña.
- Que se estrene en Algarve es toda una novedad para usted.
- Cierto. Me apetece mucho correrla por primera vez. Siempre empezaba en Andalucía y me ilusiona estar en un sitio diferente como es Portugal, donde no he corrido nunca. Todo el mundo habla muy bien de esa carrera.
- Lo que cambia esta vez es la mentalidad con la que irá al Tour.
- Sin duda. No tengo ninguna ambición personal. Sé que tengo que ayudar a Remco y lo mejor que pueda hacerlo él será bueno para todos. Luego pueden pasar muchas cosas, pero ni me planteo otra cosa. Tengo después la Vuelta para mí. En el Tour vamos todos a una.
- Hablando de grandes carreras, ¿se ve de nuevo entre los tres primeros de alguna de ellas?
- Por supuesto. No lo veo imposible. El podio de la Vuelta puede ser algo realista, va a ser un objetivo. El año pasado estuve a un buen nivel y no me vi lejos de los que estuvieron delante.
- ¿Acabó contento de su etapa en Bahrain?
- Sí, sí. Me quedó la espinita del Tour, pero el resto del curso ha sido de los más sólidos que he hecho hasta ahora.
- ¿La base de preparación que realizó hace un año le sirve de referencia para este nuevo ejercicio o es diferente?
- He variado por completo. Otras veces cuando he cambiado de equipo no he optado por otro preparador y esta vez, sí. Es cierto que el Quick Step me lo pidió, pero lo entiendo como algo normal y también he apostado por ello. Estoy entrenando diferente a otros años. Son sesiones más explosivas, hasta ahora apostaba más por el fondo y esta vez lo hemos enfocado de manera distinta.
- ¿Cuándo vio que su ciclo en Bahrain había terminado?
- Todas las relaciones son difíciles y tienen sus altibajos. Después del Tour prefería hacer un calendario alternativo y el equipo me insistió en la Vuelta. La cosa se tensó un poco más y ambas partes vimos que nuestro tiempo juntos había terminado. Tenía claro que necesitaba un cambio de aires porque se acerca el final de mi carrera y quería nuevas motivaciones para entrenar todos los días.
- Hasta entonces estaba a gusto con ellos.
- Sin duda. Ha habido un grupo de trabajo muy majo, con corredores importantes y un staff interesante. De hecho, no me costaba estar fuera de casa. Lo que pasó es que llegado un momento, los intereses míos y los suyos no coincidían más y cada uno hemos ido por nuestro lado.
- Tiene 34 años. ¿Cómo se ve física y mentalmente?
- Francamente bien. Si pienso en la edad realmente me sorprende haber llegado hasta aquí con estas ganas, porque me acuerdo que cuando era joven no me veía en esta situación. Cada temporada aprendo cosas nuevas, incluso andando mejor. Asumo que no voy a progresar más, pero no veo una decadencia en mi rendimiento. Disfruto más incluso que el primer día.
- Es que va a ser su decimoquinta temporada como profesional.
- Lo sé, lo sé. Tuve mucha suerte de pasar de manera tranquila y conocer las carreras poco a poco. He sido un afortunado y gracias a ello he llegado a empezar esta nueva campaña con la misma ilusión que la primera.
- Desde fuera da la sensación de que su cuerpo asume bien los exámenes que le pone.
- Es verdad, aunque cada vez cuesta un poco más y si haces dos grandes en una misma temporada, el cuerpo se da cuenta.
- Hablaba antes de volver al podio de una grande. La Vuelta estará de nuevo en Álava. ¿Es otro aliciente para correrla otra vez?
- Desde luego. Estuve un tiempo sin correrla y desde que he vuelto me ha ido enganchando cada vez más. El recorrido con las dos últimas semanas por el norte es bonito. Encima la etapa de Álava con las carreteras que conoces es especial.
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