No cabe más emoción. Después de tres semanas de pandemia, motines y nieve, el Giro se decidirá en la tanda de penaltis, este domingo en la contrarreloj final, entre dos candidatos inesperados y empatados a tiempo que llegaron solos a la meta de Sestriere, el ... británico Tao Geoghegan Hart, de 25 años y ganador de la etapa, y el australiano Jai Hindley, de 24 años y nuevo líder. Afrontarán los 15 últimos kilómetros por las calles de Milán con el título en juego. El londinense Hart, más completo y mejor especialista en la pelea con el reloj, partirá como favorito y Hindley afrontará ese examen final con el impulso anímico de portar la maglia rosa tras destronar a su compañero Kelderman. El holandés no dio la talla para llevarse una gran vuelta. Se consolará con el tercer cajón del podio. Pello Bilbao llegó con Kelderman, no pudo descabalgarle ni recortarle el minuto y 19 segundos que le saca. Pagó la fatiga del Tour. Defenderá su cuarta plaza ante el portugués Almeida, que le recortó medio minuto en Sestriere y le acecha a 23 segundos. Así llega el Giro al final. Así lo decidió otro ciclista inesperado.
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Rohan Dennis es un tipo cabreado. Fue un niño inadaptado, creció a tortas con su hermano mayor. Irreconciliables. Los padres, desesperados, apuntaron al pequeño Rohan a cursos de natación. A ver si así se calmaba su hiperactividad. Tampoco. El ciclismo, el gran deporte de la agonía, fue su tranquilizante, pero a veces aún se le cruza algún cable. Como cuando decidió irse al hotel en plena etapa del Tour 2019 tras tener una bronca con su director. Pese a sus ataques de ira, Dennis ha sido campeón del mundo de contrarreloj. Una bestia con un motor de alta cilindrada. A este Giro vino para ganar 'cronos' y se las ha quitado su heredero en el Ineos, el italiano Ganna. Parecía que el ciclismo le dejaba sin trabajo. Y no. Su enorme clase le ha buscado otro. Dennis decidió en las dos últimas subidas a Sestriere quién va a ganar esta edición de la corsa rosa. O su compañero Hart, o, menos probable, el joven Hindley. Los únicos que le aguantaron.
Sestriere, que es una cuesta menor, fue tan alta como el viernes el Stelvio. Y eso fue obra de Dennis. Había se subir tres veces a la estación de esquí de la burguesía turinesa. Dennis apartó a los de la fuga. Australiano pecoso, desató toda su potencia en el segundo paso por el puerto. Como en el Stelvio, sólo le resistieron Hart y Hindley. A unos metros, Kelderman y Pello Bilbao, vieron cómo el Giro se les iba metro a metro. A los dos les iba a quedar la lucha por el tercer puesto. El oro y la plata corrían a rueda de Dennis, que dio incluso la impresión de retenerse para no ahogar a Geoghegan Hart. El australiano siguió tirando en el descenso y en el falso llano hasta la subida final a Sestriere. Ni una mueca. Como si nada.
Los 6 kilómetros del puerto asistieron a la reacción por detrás de Almeida, orgullo joven. Atacó a Kelderman y Bilbao. Los soltó. También quería la medalla de bronce en Milán. Pello, con el cansancio del Tour a cuestas, no pudo seguirle. Ahí se le escapó su sueño: el podio. Acabe cuarto o quinto este Giro, vuelve a dar otro paso tras ser sexto en 2018. Uno más.
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Ahora que el foco del ciclismo mundial se fija en jóvenes prodigiosos como Evenepoel o Pogacar que nada más llegar arrasan, aún quedan ejemplos de maduración lenta:. Pello Bilbao. No llegó al ciclismo hasta el segundo año de categoría cadete. Estuvo apenas dos temporadas como amateur y, zas, ya era profesional. Pero estudiaba en la universidad y no quería dejar los libros. Siempre ha sido sensato. Eso frenó su progresión. Se licenció en IVEF (Educación física) y, ya ciclista a tiempo total, comenzó a crecer. Sigue haciéndolo con 30 años. «A esta edad muchos ya han llegado a su tope. Yo siento que puedo mejorar», asegura. Lo cumple cada temporada.
Pello sabía cuál era la llave para entrar en el podio: «Que uno de los dos del Sunweb, Kelderman o Hindley, tenga que sacrificarse por el otro». Tenía que recortarles un minuto. Pero el guion lo escribió otro, Dennis, en beneficio del Ineos. El australiano protegió a Hart hasta casi el final. Hindley, que había rebañado un segundo de bonificación en el sprint intermedio, inició a 3,5 kilómetros del final una traca de ataques. Puso a Hart al límite, pero no le rompió. La cuesta no daba para más. Y en el sprint entre los dos, Hart le batió y sumó cuatro segundos más de bonificación, los justos para empatar a tiempo con Hindley, líder, en la general. Empate histórico en esta ronda centenaria.
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Iniciarán la 'crono' llana de Milán como si fuera el primer día y es el último. En la etapa inicial, la contrarreloj de Palermo, Hart cedió 49 segundos ante Hindley en 15 kilómetros. Pero entonces el británico no era candidato a nada. Más fiable es la etapa cronometrada de Cornegliano, de 34 kilómetros. Ahí, Hart aventajó en 1 minuto y 15 segundos a su rival. En cualquier caso, este domingo en Milán por primera vez ganará el Giro un británico o un australiano. Así lo ha querido Dennis.
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