Landa, que «está bien», sale ileso de sus dos caídas y reforzado

La segunda caída fue tras coronar el puerto. Patinó en una curva hacia la izquierda. Dio con el rostro en el suelo. Se manchó con la brea y algo de la grasa que cubría el alfalto, aunque el golpe no tuvo consecuencias. «Está bien». Después del doble tropiezo, dominó la subida al Blockhaus, donde entró cuarto en el sprint con los mejores. Se quedó «con pena» por no ganar la etapa y convencido de que puede aspirar al podio del Giro. Además, al no ser líder de la ronda, podrá reservar a su equipo durante esta segunda semana. Pello Bilbao y Buitrago, también caídos ayer, tendrán tiempo para curar sus heridas.

El líder del Giro, 'Juanpe' López, llegó a la meta casi dos minutos después de Landa. No sabía si aún era suya la maglia rosa. Uno de los auxiliares del Trek le confirmó que sí, que la retiene por 12 segundos sobre Almeida. Se abrazaron. Para el joven lebrijano, empleado en una pizzería mientras se hacía ciclista, subir de nuevo al podio en su primer Giro es un sueño. «Estoy muy cansado. Necesito el día de descanso», rogaba.

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También aprovechó las cámaras del Giro para pedir «disculpas a Sam Oomen», el ciclista con el que había tropezado en plena subida al Blockhaus. Por ese incidente perdió contacto con los mejores. Le pudo la rabia y le lanzó un bidón al corredor neerlandés.