¿Qué le espera a Oier Lazkano en su fichaje por el Bora?

A partir del 1 de agosto, el excelso rodador será libre para firmar el contrato apalabrado de tres temporadas con el Bora-Hansgrohe, que anhela convertirse en el equipo más poderoso del pelotón. En su caso, no es un brindis al sol. La marca Red Bull ha adquirido el 51% de la propiedad y entrará en escena a partir del Tour de Francia. La definitiva puerta de entrada de la empresa de bebidas energéticas que todo lo que toca en el deporte, lo convierte en oro.

Así como su bebida energética genera simpatizantes y detractores, marcada por la leyenda de su elaboración con semen de toro, su estrategia de patrocinio está asociada al éxito. Desde principios de este siglo, tiene presencia en todos los deportes de alto riesgo, lleva más de una década de dominio en la Fórmula 1 sólo interrumpido por Mercedes, Freestyle, acrobacias aéreas, breakdance… hasta envió en 2012 a un hombre a saltar desde 39 mil metros de altura para romper la barrera del sonido en una retransmisión vista en todo el mundo. Muchos todavía recuerdan su nombre, Félix Baumgartner.

En el fútbol también han hecho su incursión. Fueron de los primeros en crear un conglomerado de multipropiedad con cuatro equipos (Leipzig alemán, Salzburg austriaco, New York Red Bull en USA y Bragantino en Brasil) cuyo objetivo primordial no es ganar la Champions, sino disponer de los mejores jugadores jóvenes del mundo y seguir haciendo dinero con sus ventas. Erling Haaland, Sadio Mané, Timo Werner o Dominik Szoboszlai son los mejores ejemplos.

La revista Forbes estimó que RedBull invirtió unos 1600 millones en patrocinios deportivos, prácticamente todo su presupuesto publicitario. En 2014 eran solo 300 millones. Toda una estrategia consensuada y ejecutada con pasos lentos pero firmes y que ahora llega al ciclismo con la máxima ambición. Primero representada en los cascos de Wout Van Aert y Tom Pidcock. A partir de julio, dará alas, como indica su famoso slogan, a un equipo que este año cuenta con un presupuesto entre los 25 y los 30 millones de euros y que a buen seguro recortará distancias a los alrededor de 50 que disponen UAE (Pogacar y Ayuso), Visma (Vingegaard y Van Aert) e Ineos (Carlos Rodríguez).

Pero Lazkano no encuentra solo un equipo potente en lo económico. «Ahora hemos entrado en el mundo Red Bull», sostuvo el director del equipo Ralph Denk tras el anuncio oficial. «Más recursos y una amplia gama de experiencia que ofrece el potencial para alcanzar un nuevo nivel», añadió el director general de Bora, Willi Bruckbauer. El punto de partida ya es alto. El Bora tiene una plantilla de 29 ciclistas con corredores para destacar en todos los terrenos. En el Tour de Francia se presentarán con su gran estrella Primoz Roglic y el ganador del Giro de 2022 Jai Hindley. En la corsa rosa defienden este fin de semana la segunda plaza con Daniel Felipe Martínez. En las vueltas de una semana brilla Aleksandr Vlasov, y en los sprints cuentan con Sam Welsford y Jordi Meeus, ganador el año pasado de la icónica etapa del Tour en París.

Pero su mercado de fichajes va más ambicioso. A Lazkano, parecen sumarse la revelación del Giro (Pellizzari, 20 años), uno de los mejores gregarios (Tratnik) y otro joven clasicómano (Pithie). Además, Bora está en la puja por Philipsen, mejor sprinter del momento y otro virtuoso de las clásicas flamencas y la París Roubaix. Con semejante nómina, el vitoriano no partirá como único jefe de filas, algo que el Movistar sí podría ofrecerle. Pero qué mejor para su forma de correr que otros compañeros sean vigilados y el potro tenga libertad de cabalgar a su aire. Cinco de sus siete victorias han llegado en solitario.

Lazkano lució motor en las clásicas, pero el análisis es que tuvo que hacer sobreesfuerzos en la colocación y que aún le falta algo de conocimientos sobre el terreno. Todo ello se lo puede aportar el Bora, con un mejor bloque para llevarle más protegido y directores como Bernhard Eisel y Heinrich Haussler, con 90 monumentos de experiencia a sus espaldas. Por último, en el conjunto alemán se reencontrará con el guipuzcoano Patxi Vila, quien no cuajara como responsable de rendimiento del Movistar desde 2019 hasta 2023.