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Oier Lazkano (Vitoria, 24 años) es uno de los corredores de los que más se habla en estos días. Su victoria del pasado lunes en la Clásica Jaén le ha confirmado como un excelente rodador, como un ciclista que rompe moldes por su manera de ... afrontar las carreras. Ataca de lejos y gana escapado. Así se describe hasta el momento su palmarés como profesional. Atiende la llamada de EL CORREO desde Sierra Nevada, donde sigue concentrado. Su segunda casa es el cuartel general para preparar las clásicas belgas, su siguiente gran reto. Entre medias se estrenará en la París-Niza y no se para a hablar de su futuro. Acaba contrato con el Movistar esta temporada, pero reconoce sentirse cómodo en la escuadra telefónica. A sus 24 años tiene todavía toda una carrera como profesional, pero en su palmarés hay ya siete victorias.
- ¿Cómo se siente tras el triunfo en Jaén?
- Bien, contento por el comienzo de temporada. Tanto en Valencia como en Jaén me he encontrado a gusto y demuestra que el trabajo de pretemporada ha dado sus frutos.
- ¿Tuvo muchas felicitaciones?
- Si le digo la verdad no lo sé. No las he contado. Ciertamente el teléfono no ha parado durante dos días, pero bueno, es lo normal en este tipo de casos.
- ¿Pensaba ganar tan pronto en 2024?
- Nunca piensas dónde podrás levantar los brazos. Realmente ha salido así y es cierto que el inicio ha sido bueno y estoy bien de forma, aunque no hay que darle más importancia.
- ¿La preparación invernal iba encaminada a estrenar su casillero de victorias al octavo día de competición?
- No, no. No te marcas un día u otro para ganar. Lo cierto es que las sensaciones son buenas y me noto físicamente bien.
- ¿Qué ha cambiado en esta pretemporada respecto a otras?
- Nada en especial. El trabajo ha sido parecido, sinceramente.
- Su siguiente reto es Bélgica. ¿Con qué idea acude?
- El día 24 corro la Omlop Nieuwsblad y al día siguiente la Kuurne-Bruselas-Kuurne. Vamos a ver qué tal se da, pero con todas las ganas del mundo. No me marco ningún reto en concreto. Me gustaría hacerlo bien.
- Y después, ¿qué correrá?
- París-Niza a comienzos de marzo y las clásicas. Me apetece mucho correr por primera vez París-Niza. Habrá un gran nivel y a ver cómo respondo. Me he preparado para las carreras belgas y creo que estaré en buena forma. Alguna ya corrí el pasado año, pero sé que tengo que seguir mejorando en esos terrenos y adquiriendo más experiencia.
- En la carrera francesa estará con los mejores.
- Sí, aunque imagino que en Tirreno, que coincide, también habrá una gran participación. Mi idea es seguir aprendiendo en citas de ese nivel.
- Mentalmente, ¿qué le da este último éxito?
- Nada en especial. Sirve para confirmar que vamos por el buen camino en cuanto a lo planificado al inicio, pero en el aspecto psicológico no cambia. Sé cómo soy y cómo tengo que hacer las cosas.
- ¿Se ha quitado algún tipo de presión por levantar los brazos de esa manera?
- Para nada. No tenía ninguna presión.
- ¿Qué objetivos se plantea en adelante?
- Lo que quiero es seguir trabajando como hasta ahora. Lo realizado estos meses de invierno estaba encaminado a encontrar mi punto de forma en la clásicas de Bélgica y en eso me centro.
- ¿Dónde le gustaría volver a ganar?
- Eso no me lo planteo así. No hay una carrera en concreto. Mi meta es encontrarme lo mejor posible en esas citas y hacer un buen papel.
- Es un ciclista de escapadas. Sólo gana de esa manera.
- Sí (risas). Me gustaría también alguna vez ganar saliendo desde atrás. Igual ese puede ser un buen objetivo por el que pelear en el futuro. Lo mismo que me toca trabajar para otros, igual me toca más adelante pensar en esa manera de correr.
- ¿Va hacer alguna grande esta temporada?
- Todavía no lo sé. El Giro seguro que no, pero Tour y Vuelta no está decidido, así que tendremos que esperar para saberlo. Iremos paso a paso.
- Acaba contrato este año con Movistar. ¿Eso le lleva a correr de otra manera?
- En absoluto. Sigo haciendo lo que me dice el equipo. Afronto las pruebas a las que voy de la misma manera y no pienso para nada en que termino contrato.
- ¿Nota que su rol en su escuadra ha cambiado tras las cuatro victorias del año pasado?
- Hay más confianza en mí, pero eso se consigue en base a resultados. El equipo te la da si tú demuestras. Francamente estoy contento en el equipo.
- ¿Su mentalidad es otra con esos éxitos?
- No, es la misma. Soy así. Pienso en que hay que ir quemando etapas y aprendiendo cada día que pasa.
- Ciertamente le ha ido bien con esa filosofía.
- Ya, pero igual me podía ir mejor incluso, quién sabe, o peor. Soy como soy y no le doy más vueltas.
- Si hace cuatro años le dicen que va a lograr lo que ha conseguido, ¿qué hubiese dicho?
- No lo sé. No es algo que me plantee. Trabajo a corto plazo y conociendo mis virtudes.
- ¿Piensa de vez en cuando a lo grande, en vencer en una carrera del World Tour?
- Tampoco. Sé que de cuando debuté con el Caja Rural a día de hoy he evolucionado, lo mismo que cuando me estrené con el Movistar. De ahora en adelante pretendo seguir con esa filosofía. Las cosas irán llegando.
- ¿Seguirá de momento en Sierra Nevada?
- Así es. Hasta el día 22 que marcho para Bélgica estaremos aquí trabajando en altura. Me siento a gusto. Toca entrenar, alimentarse y descansar. Es lo que hay.
- Se hará difícil estar fuera de casa tanto tiempo.
- Bueno, pero es la vida del deportista de élite. Si queremos conseguir cosas hay que sacrificarse. Es para lo que nos preparamos.
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