Un ciclista del Murias pide trabajo por carta: «Soy un buen gregario»

Rodríguez ha difundido una carta por Internet bajo el título 'Let me Ride' (Dejadme correr) en la que simplemente pide trabajo. Es «un buen gregario», según el mismo se define en el texto a modo de presentación para los posibles interesados. El ciclista del Murias habla, en este sentido, de la «incertidumbre» en la que muchos corredores se encuentran en esta recta final de la temporada. «El adiós del Euskadi Murias, sumado a la desaparición de varios equipos esta temporada, deja a muchos ciclistas con la incertidumbre del futuro pese a conseguir victorias y estar en podios. Pero en el ciclismo no solo trabajan los que ganan», advierte. Y relata lo que ha sido su experiencia en el pelotón. «Para que los corredores que todos conocemos estén en la lucha por la gloria, detrás los gregarios trabajan. La mayoría de las veces todavía sin cámaras, sin gloria. Una labor fundamental para que sus líderes consigan sus objetivos».

Ese es, advierte, uno de los problemas a los que se enfrentan corredores como él. «Esta tarea hace -continúa- que el palmarés que el gregario presenta para buscar nuevo equipo no muestre el sacrificio que se ha hecho durante toda la temporada».

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Y se reconoce como un deportista en busca de trabajo. «Algunos aún estamos en la pelea para encontrar un hueco», insiste. Como cualquier otro trabajador que busca un empleo Sergio Rodríguez detalla sus méritos. Que no son pocos en una hoja de servicios que apuntaba desde hace años un futuro prometedor. «En 2017 fui campeón de España Élite», explica. Lo hizo en las filas de la Fundación Euskadi y aquella victoria le hizo dar el salto a profesionales.

Consciente de sus posibilidades, apostó por el «trabajo en equipo» y convertirse en «uno de los gregarios del Euskadi-Murias». Así enumera su labor en el Gran Premio Indurain o en Tro Bro León para «trabajar al frente del pelotón o filtrarme en escapadas».

Una labor «oscura» que le fue aplaudida dentro del equipo, pero que tiene una cruz: «la falta de resultados». «Ves hipotecados tus resultados personales por el bien del equipo», algo que a la hora de buscar un nuevo destino laboral «lo complica todo». Más si cabe, si las lesiones se cruzan en el camino del deportista cuando debe ponerse en el escaparate. Es lo que le ha sucedido en este final de temporada. Desde junio hasta septiembre los problemas físicos le han tenido «en blanco», sin poder lucirse en ninguna carrera. «Todo lo que podía salir mal este año me ha pasado». Una caída, un golpe en la rodilla, una anemia....

Ahora quiere poner fin a su andadura en el Euskadi-Murias con un buen sabor de boca. Está en París tras viajar en furgoneta desde el País Vasco. Corre el domingo. A partir de esa fecha no sabe cuál será su destino. «Estas carreras pueden ser las últimas de mi carrera deportiva», se sincera. Aunque no pierde la esperanza. «Mi ilusión es la de seguir siendo ciclista, un buen gregario, como creo que he sido hasta ahora», subraya. Y vende sus cualidades ante quien quiera contratarle. «Tengo ciclismo en las piernas, fuerza de sobra para aportar por y para el equipo en una buena escuadra», asegura. «Viva el ciclismo y viva los gregarios», termina su emotiva carta. «Let me Ride». «Dejadme correr».