El ciclista holandés Van der Poel sale de Australia tras pagar 1.500 euros a las niñas a las que se enfrentó

Cansado de que llamaran a la puerta de su habitación repetidas veces y no le dejaran descansar, el nieto de Poulidor acabó empujando a una de ellas y gritando a la otra. Lo pero fue que los allegados de estas llamaron a la Policía y en Australia, la ley protege a los menores por encima de todo.

Van der Poel acabó en comisaría y no llegó a su hotel hasta bien entrada la madrugada, lo que arruinó su participación en la prueba deportiva. Aunque no iba a ser lo peor: el sistema judicial le obligaba a permanecer en el país al menos seis semanas hasta que el caso se resolviera. Al final, hoy ha podido marcharse con sus compañeros de expedición tal y como tenía pensado.

Lo ha hecho después de pagar una multa, eso sí, impuesta por el juez. La que recibió el empujón del ciclista ha recibido 1.000 euros, mientras que la otra, 500, ha informado Michael Howe, el abogado del deportista que, pese a todo, puede darse por contento.

Howe está aliviado por haber logrado que su cliente pueda viajar, pero reconoce que la situación es «decepcionante». Primero, considera que «muchos hubiésemos hecho lo mismo ante la presión» de las chicas. Pero, además, añade que esa condena por «agresión común» a van der Poel, le impide volver a Australia en tres años.

No obstante, el abogado del holandés ya está preparando un proceso de apelación, por lo que aún puede haber más capítulos en este culebrón. Lo que ya no tiene solución es la participación de Van der Poel en la prueba, que abandonó en el kilómetro 35 después de no encontrase en condiciones: «Mathieu cree que ha decepcionada a un país y a su equipo», ha sentenciado el abogado