El ciclismo alavés recolecta medallas y apunta maneras

«Sabe correr, tiene piernas y potencial. Lo mejor de todo es que puede crecer más. En la crono se vio el trabajo que ha hecho. Es una modalidad que le gusta». Mikel Alonso, el seleccionador vasco en categorías inferiores, traza a grandes rasgos para EL CORREO un perfil básico de Markel Beloki. No quedó ahí la cosa. El combinado vasco estuvo a punto de llevarse el título en la prueba en ruta, pero no menos meritorio son la plata y el bronce. «Nos faltó dar caza al murciano, pero la selección estuvo muy bien. Hacer segundo, tercero y cuarto no es sencillo y demuestra que lo planificado se cumplió», admite el técnico de la Federación Vasca.

Él tenía una misión reservada para cada uno de los otros tres alaveses, al margen de Beloki, y todos la ejecutaron. «Uría (Íñigo) estuvo en la fuga, a Hodei (Muñoz) le guardamos para un posible sprint aunque estuvo atento a los cortes y a Gorka (Corres) le tocó estar activo al principio», desgrana el reclutador.

A su juicio, Álava cuenta con una camada de ciclistas junior muy interesante. «Es verdad que tiene menos licencias que Bizkaia y Gipuzkoa, pero sus equipos vienen trabajando bien últimamente y se nota», valora el preparador guipuzcoano. Ahí está el pundonor y la presencia del propio Uría, la temporada de Muñoz o las condiciones de Gorka. Son la punta de lanza junto con Beloki de una generación que puede ofrecer cosas bonitas en un futuro no muy lejano y que conviene tenerla presente.

Pero es que lo viene por detrás, la categoría cadete, no le va a la zaga. Ahí están las actuaciones sobre todo de Ion Eguia e Iker Colmenero. Ambos se colgaron el oro el viernes en la contrarreloj por equipos con Euskadi en dichos Nacionales. El segundo de ellos viene de hacer una gran temporada de ruta -victoria en la Aiarako Bira o campeonato de Álava entre otras- después de haber competido en ciclocross y haberse proclamado incluso campeón de Euskadi. «Eguia lo hizo muy bien en Cartagena y siendo de primer año entró en el grupo delantero, sprintando por el podio», recuerda Mikel Alonso.

Todo ello realza aún más si cabe los resultados que se están dando. Con menos medios el nivel está siendo superior. Suele decirse que de la cantidad sale la calidad y es cierto, pero en este caso la base alavesa lleva un año francamente destacable a todos los niveles, y no sólo en una disciplina. Eso y los espejos donde mirarse con figuras como el aclamado Mikel Landa o el mencionado Lazkano debieran servir de argumentario para que las escuelas de ciclismo vuelvan a protagonizar un nuevo impulso del que nutrirse en los siguientes cursos. Mientras hay un número bajo de licencias en la cantera, Álava cuenta con el mayor número de profesionales (diez) desde hace varias temporadas.

Siempre los referentes suelen ser en los que más se fijan los pequeños. Estos días con el Tour en Euskadi se ha podido comprobar y habrá que ver si esa semilla que se ha plantado en cierta forma termina por echar raíces. Se trata de volver a recuperar los numeros en forma de licencias que no hace muchos años había.