Van Aert y Roglic mandan en una París-Niza sin bandera rusa

El deporte y la vida siguen en paralelo a la guerra y la muerte que aplastan Ucrania. El ruso Vlasov, que viste el maillot alemán del equipo Bora, es uno de los favoritos, pero parece aislado ante el poder del Jumbo holandés. Van Aert venció en la contrarreloj de 14 kilómetros que terminaba en un repecho del 15% de desnivel. El nuevo líder le sacó dos segundos a su compañero Roglic, que fue de menos a más, y 6 a Dennis, también de la misma escuadra. Abrumaron como el primer día.

Sólo el británico Simon Yates, quinto a 11 segundos, resiste tras una de sus mejores días contra el crono. Daniel Martínez se dejó 28 segundos, tres menos que Vlasov. Ion Izagirre perdió 55 segundos y Quintana, 1 minuto y 17 segundos. Van Aert manda en la general con 10 segundos sobre Roglic. «Pero mi trabajo será ayudarle a ganar esta carrera», declaró ayer el belga. El tercero en la general es Laporte, a 28 segundos y también del Jumbo. La resistencia al domino del bloque neerlandés comienza en la cuarta plaza, la de Yates, a 49 segundos. Vlasov, a 1.09, es octavo y corre sin bandera. «Como muchos rusos, sólo quiero la paz», defiende.

En el centro de Italia, en Terni, se disputó la tercera etapa de la Tirreno Adriático. Era, decían, para el sprint. Y así fue: lo ganó Caleb Ewan sobre una recta adoquinada y tras remontar a Demare y Ackermann. Pero con Pogacar en liza, no hay pronóstico que valga. A 27 kilómetros del final saltó con Soler y Alaphilippe para cosechar bonificaciones. Se vio delante. Se animó. «Ya que estaba allí, seguí tirando», contó. Se fueron los tres. Tao Geoghehan Hart y Mikel Landa salieron a por ellos. El británico enlazó; el alavés se quedó en la orilla. Al final, el pelotón los engulló a todos y ganó Ewan, pero quedan advertidos por Pogacar.

Quiere el liderato de Ganna.