A remover el trono de los Guerreros

Un buen puñado de clubes suscribiría el lema común. Algo así como 'todos contra los Warriors' o cómo bajar del pedestal a esa dinastía de Guerreros que acumula cuatro títulos en los ocho últimos ejercicios. Lo intentará en primer término el orgullo irlandés del trébol verde, esos Celtics que cayeron en la serie definitiva del pasado junio (4-2) y, pese a rondar la gloria, no levantan el trofeo Larry O'Brien desde 2008. Tanto el conjunto de San Francisco como el de Boston -líder del palmarés histórico junto a los Lakers con diecisiete anillos- conservan sus respectivos núcleos duros, los que les mantienen cada curso en los exámenes de acceso al doctorado.

Por parte del cuadro que adiestra Steve Kerr como magnífico jefe de recursos humanos siguen Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. El primero cambió el baloncesto de raíz y desde la cantera. Los niños que soñaban con colgarse del aro en mates salvajes decidieron, tras verle, que preferían colar la pelota anaranjada mejor cuanto más lejos. Junto al rey LeBron, James se entiende, manda -tras la dictadura de Michael Jordan y la estela de Kobe Bryant- en un baloncesto estadounidense por fin rendido a los fundamentos técnicos de la legión europea.

No sólo los últimos contendientes por el título apuestan por el continuismo en la esencia de sus proyectos deportivos. Otros candidatos que optan a meter baza en el diálogo, aparte de fichajes, también prefieren apoyarse en lo muy bueno conocido. Al margen de Boston con Smart, Brown, el formidable Tatum y Horford, Milwaukee redobla su confianza en Giannis Antetokounmpo -sólo faltaba que no-, Holiday y Middleton. En los Clippers aquejados por su maldición legendaria siguen el completísimo Kawhi Leonard y Paul George, mientras que Filadelfia traza el esquema tradicional del exterior con los puntos por castigo (Harden) y el pívot de calidad irrebatible (Embiid).

De siempre los jugadores estadounidenses han aportado un físico abrumador en el que no parecían tener sitio los europeos. Pero el conocimiento del juego y la técnica depurada a este lado del Atlántico han termiando de abatir fronteras mentales. De hecho, los cuatro últimos reconocimientos al mejor baloncestista de la NBA se los reparten el poste serbio con visión panorámica Nikola Jokic (Denver Nuggets) y el alero que ha elevado el nivel atlético hasta el infinito, el griegoGiannis Antetokounmpo (Milwaukee, campeón en 2021). El exmadridista Doncic, hombre-orquesta, también se asoma a ese título particular como líder de Dallas.

Seis españoles con distinta incidencia participarán en el torneo que se inaugura la próxima madrugada. Los hermanos Hernangómez (Willy en New Orleans y Juancho en Toronto), Ricky Rubio (Cleveland), Usman Garuba (Houston), Serge Ibaka (Milwaukee) y Santi Aldama (Memphis). Atrás quedaron los títulos de la dinastía Gasol con Lakers (Pau) y Raptors (Marc).