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Son dos las evidentes conexiones de Kobe Bryant con el baloncesto vasco. Con permiso de los años de Marcelinho Huertas en el Staples, claro. La primera, por el fugaz paso de Lamar Odom por el Baskonia. Fueron compañeros y campeones de la NBA en los ... Lakers.
La segunda, a su pesar, tiene a José Manuel Calderón como protagonista. El base español, formado en la capital vasca, fue espectador de lujo del estratosférico partido en el que Kobe Bryant hizo sus famosos 81 puntos.
Fue el 22 de enero de 2006. En un inolvidable 122-104 para los angelinos. La Mamba, en una muestra de su carácter, se mosqueó con el equipo porque perdían en el descanso y anotó 55 puntos en la reanudación. «Ser un líder supone que cuando el equipo no se sube a tu carro, los arrastras y puntos», solía decir en las entrevistas.
Lamar Odom, que también jugó aquel encuentro, (al igual que Sasha Vujacic, que luego sería temporrero con Marco Crespi) dedicó una de las más descarnadas despedidas que se han podido leer a su amigo Bryant. Churrigueresca, como acostumbra a ser Odom, llega a decir que «si durante aquel coma en el que caí por tomar drogas se me hubiera aparecido Dios y me hubiera dicho que me llevaba a mí para perdonarte a ti, lo habría aceptado».
El exbaskonista ocasional está tan afectado por las noticias que escribe cómo imagina que Kobe sería para él la persona que siempre sobreviviría a un accidente aéreo. «Saltarías en el último momento para aterrizar plácidamente sobre tus pies». Incluso, añade, «mañana me levantaré a las 4 de la mañana para ir a entrenar en tu recuerdo».
Las hipérboles del neoyorquino son la muestra más clara de los descarnada que ha resultado la noticia del fallecimiento de Bryant en la NBA. Odom recuerda su relación. «No era paternofilial, aunque me enseñó muchas cosas del juego y de la vida. El era como un profesor y yo como su hermano».
lamar Odom
«Sigo esperando que los medios lancen una alerta desdiciéndose y anunciando que todo era un error y que el accidente no ha ocurrido», añade. En otro pasaje insiste. «Yo que he perdido tantas cosas en la vida (y su biografía es un auténtico drama) no puedo imaginar nada tan doloroso como esto, salvo la muerte de mi propio hijo». Falleció a los seis meses víctima de la muerte súbita del lactante.
Además, como han repetido todos los jugadores, tiene un cariñoso recuerdo para Gigi, la hija de Bryant, a la que muchos compañeros consideraban una sobrina y que falleció junto a su padre y las otras cinco personas que viajaban en el helicóptero.
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