Muere a los 86 años Jerry West, leyenda de los Lakers y 'logo' de la NBA

West fue un 'one club man' como jugador. Aterrizó en Los Ángeles elegido por los Lakers en la primera ronda del Draft de 1960. El escolta fue el líder de un equipo que sufrió en sus carnes a la apisonadora de los Boston Celtics de Bill Russell. Brilló en los partidos decisivos, pero solo saboreaba el amargor de la derrota. Sus Lakers alcanzaron nueve finales. Y perdieron todas, salvo la de 1972. Seis ante los Celtics (dos de ellas por tan solo una canasta) y dos ante los New York Knicks. Los números de West sobre la cancha fueron impresionantes a pesar de estos tremendos varapalos. Un ejemplo. En el 65 promedió en los play-off 40,2 puntos por partido, mientras que en las finales ante los Celtics dicha cifra subió hasta los 46,3, el mejor promedio anotador de un jugador en unas Finales de la NBA de la historia. En la del 69 fue MVP de las finales a pesar de la derrota. Es el único jugador en la historia en ganar este galardón como integrante del equipo perdedor.

Fue en 1972 cuando por fin se convirtió en campeón. Aquel año, cuando el escolta ya era un veterano de 33 años, los Lakers ganaron 33 partidos consecutivos con Bill Sharman como técnico. La venganza se la cobraron en la final ante los Knicks con un contundente 4-1 y los Lakers terminaron el año con un récord de 81 victorias y 16 derrotas. Dos temporadas más tarde, en 1974, dijo adiós al baloncesto como jugador. Elegido 14 veces para el All-Star, West también ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y promedió 27 puntos a lo largo de su trayectoria en la NBA.

Solo tardó dos años en volver a pisar el parqué del Forum. Fue como entrenador durante tres temporadas para luego dar paso en el banquillo a otro mito como Pat Riley. Es entonces, en 1982, cuando da el salto a los despachos. Fue la cabeza pensante del 'Showtime'. Ahí marcó una época formando unos Lakers de leyenda en torno Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y James Worthy, ganando cuatro campeonatos en 1982, 1985, 1987 y 1988. Tras un bajón en la década de los 90, West fue nombrado vicepresidente ejecutivo de los Lakers en 1995. Y anotó otro de sus grandes tantos como gestor: conseguir los derechos del entonces novato Kobe Bryant, elegido por Charlotte Hornets en el Draft del 96, a cambio del pívot Divac, y a la vez fichar como agente libre a Shaquille O'Neal. Una dupla que firmó tres anillos consecutivos. En total, fue general manager de ocho equipos campeones de la NBA.

En 2002, tras dos años de descanso por dolencias cardíacas, cambió Los Ángeles por Memphis. Llegó a los Grizzlies como Presidente de Operaciones de Baloncesto del que, por aquel entonces, era el peor equipo de la competición. Apostó por Pau Gasol como jugador franquicia para el equipo, que consiguió ganar por primera vez en su historia 50 partidos de la NBA. Alcanzaron los play-off durante tres años consecutivos, desde 2004 hasta 2006, aunque no ganaron ningún partido. En 2007, el equipo se desplomó de nuevo y West anunció su marcha. También trabajó en los despachos de los Golden State Warriors y Los Angeles Clippers.