Miami aparta indefinidamente por insultos antisemitas al pívot que no se arrodilló durante el Black Lives Matters

Sergio Eguía

Miércoles, 10 de marzo 2021 | Actualizado 11/03/2021 11:45h.

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Meyers Leonard no entrenará, ni jugará, con los Heat en un tiempo. Al dueño de la franquicia, de origen judío, se le disparó la fiebre al saber de los insultos antisemitas que su jugador había pronunciado. Un escándalo mayúsculo, igual sobreactuado, que ha terminado con el pívot nacido en Illiniois apartado indefinidamente del actual equipo subcampeón de la NBA.

Quizá es que llueve sobre mojado y que Leonard estaba en el punto de mira desde que se negó a arrodillarse durante el himno estadounidense, al inicio de los partidos durante la burbuja de Orlando. Él defendía las demandas del Black Live Mattters, que se simbolizaron con la conocida genuflexión colectiva, pero con su hermano sirviendo en Afganistán (es marine) argumentó que no podía ofender a la bandera. Muchos no lo comprendieron.

Lo de ahora, y por lo que la NBA le está investigando oficialmente para sancionarle, es un tanto ridículo visto desde fuera y escuchadas sus disculpas, pero no deja de ser muy grave. El tema es que Leonard, jugador profesional desde 2012, estaba echando una partidita al videojuego de guerra Call of Duty con otros jóvenes. La partida se retransmitía en Twitch, la plataforma de directos online de Amazon.

Y en un despiste, lapsus o patinazo, el pívot grita a otro participante; «¡Puto cobarde! ¡No me dispares, jodido 'kike'!». El otro chico, precisamente, no se llamaba Enrique. 'Kike' es en realidad un término muy despectivo para referirse a los judíos. Leonard asegura que no lo sabía, que desconocía el significado de lo que pensaba era un insulto más y no un ataque antisemita.

¿Por qué es 'Kike' un insulto? Abramos el libro de historia. Cuando los inmigrantes podían entrar en EE UU, a su llegada desde Europa los confinaban en Ellis Island, en Nueva York. Allí les tomaban los datos en un formulario que les pedían que firmaran. Pocos sabían escribir su nombre y optaban por el típico 'pon tu marca'. Es decir, pintaban una cruz.

Algo inocente desde el punto de vista católico, pero no tanto para los judíos, que preferían evitar referencias a la cruz cristiana y firmaban con un círculo. Y de ese 'circle - o 'kykel'' en hebreo- se llegó al 'Kike'. Por lo tanto, un 'kike' es pues un judío. Un término que podría ser equivalente a negrata. Además, resulta que los propios judíos centroeuropeos les llamaban así a los judíos rusos, que llegaron décadas después, ya que sus apellidos acababan en -ik.

Leonard ha pedido disculpas, ha solicitado ayuda para comprender mejor la historia del pueblo judío que le es completamente ajena y ha asegurado que no sabía del significado real de la palabra. Excusas que, como las del himno, no todos han comprando.

Es cuestión de fe. Lo de su hermano militar es algo que no debería parecer raro si se conoce la verdadera historia familiar del gigantón de los Heat (231 centímetros). Su padre falleció en un accidente de bicicleta cuando él tenía 6 años. Poco más tarde, su madre sufrió un percance cuando montaba a caballo y quedó impedida. Las facturas médicas de las operaciones de espalda de la madre son lo que llevaron al mayor de los hermanos a enrolarse. Necesitaban dinero de maner inmediata.

Hoy, con Meyers su octava temporada en la NBA (6 en Portland y dos en Miami) el dinero no será un problema, pero.... Es posible que la polémica pase rápido y todo quede en anécdota, pero como ha recordado el wide receiver de los Patriots Julian Edelman, el hombre al que iban los pases de Brady cuando los de Nueva inglaterra ganaban un campeonato tras otros: «El odio es como un virus: incluso accidentalmente, se puede propagar».