Embiid venga su tortura en Toronto

El camerunés, que aquel día no llegó a taponar y abandonó el parqué entre lágrimas desconsolado, pudo vengarse y reclama su condición de mejor pívot de la NBA. Y del planeta, claro. Sin la defensa asfixiante de Marc Gasol en aquella serie, Embiid encarriló la eliminatoria para eliminar a los Raptors en un tercer partido en el que los de Philadelphia llegaron a estar 17 puntos abajo. Lograron llevar el partido a la prórroga, después de que el propio pívot fallara su primer intento desde el triple para ganar el duelo, y ahí ya sí lograron aniquilar las esperanzas locales.

Nadie jamás ha remontado un 3-0 ni parece que lo vayan a hacer los Raptors. O al menos la estrella de Philadelphia, que acabó con 33 puntos y 13 rebotes, va a hacer todo lo posible y más para evitarlo. También Doc Rivers, que ha logrado integrar a Harden en un engranaje en el que prevalece la circulación de balón exterior y el uno contra uno de su jugador franquicia. Un Embiid que no empezó a jugar al baloncesto hasta los 15 años, que dispone de un talento excelso que le ha ganado el pulso a las lesiones y una soberbia cada día más justificada. «Si no me dan el MVP, sentiré que me odian», declaró hace unos días.

En el resto de la noche, hubo otros dos partidos vibrantes. Los Bulls se hicieron con la ventaja de campo y empataron la serie ante los campeones. Con un DeRozan sublime, autor de 41 puntos, le eliminatoria pone rumbo a Chicago con mucho picante. El escolta, además de ser el referente anotador, realizó dos tapones estelares a Antetokoumpo y se lanzó decidido contra él en la penetración con la que sentenció el partido en los instantes finales (114-109).

El griego, con 33 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias, echó en falta compañía después de que Portis y Middleton se retiraran lesionados. DeRozan, por contra, contó con la inestimbale ayuda de Vucevic y LaVine, especialmente acertados en la primera parte (56% en tiros de campo) y el incalculable trabajo en la sombra de Álex Caruso, que repartió diez asistencias y es una pieza fundamental para los sistemas de Billy Donovan.

En Boston ocurrió algo parecido. La actuación coral de los Celtics volvió a imponerse al talento individual de los Nets. Irving (10 puntos), tras ser multado por realizar gerstos obscenos en el primer partido, estuvo desconectado y Durant (27) no pasa por su mejor momento. Hizo un 0 de 10 en tiros de campo en la segunda parte, asfixiado por la defensa de dos contra uno que proponen los Celtics, que se ponen 2-0 en la que apunta a ser la eliminatoria más atractiva del inicio del play off.