Un Embiid enmascarado reanima a los Sixers

La vuelta de uno de los candidatos al MVP de la temporada hizo 'clic' en el engranaje de los Sixers. Embiid no tuvo ni mucho menos su mejor partido, 18 puntos y 11 rebotes, con la merma añadida de que compite en estos playoffs con una lesión en el pulgar derecho que le obligará a pasar por el quirófano al final del curso. Pero su mera presencia cambió el rictus de sus compañeros, que encontraron el espaldarazo definitivo para creer en la remontada.

La energía del jóven Tyrese Maxey, 21 años, fue clave para cortar cualquier acercamiento de los Heat. Anotó sus 21 puntos en la segunda mitad, siguiendo el camino que Embiid había abierto antes del descanso y el de Danny Green, fiable desde el triple con 7 de 9 aciertos. James Harden y Tobias Harris, también tuvieron sus momentos, aunque Doc Rivers requerirá mucho más de sus segundas espadas.

Por parte de Miami, Kyle Lowry volvió, pero su impacto fue muy diferente. 0 puntos y la sensación de no estar al 100% pese a ser importante a nivel defensivo. Adebayo, Herro y Oladipo, destacados en los dos primeros partidos, tampoco estuvieron mucho mejor (29 puntos y 7 rebotes entre los tres).

También se puso 2-1 en la semifinal de la Conferencia Oeste. Chris Paul, el día de su 37 cumpleaños, tuvo una de sus peores noches en las últimas temporadas. Acumuló siete pérdidas de balón, asfixiado por la defensa de unos Mavericks espoleados por su público y una nueva exhibición de Luka Doncic, con 26 puntos y 13 rebotes, además de repartir nueve asistencias.

Este vez sí encontró el apoyo de Jalen Brunson, que apenas había sumado 22 puntos entre los dos primeros encuentros y que en el tercer partido se fue hasta los 28 puntos, cuatro rebotes y cinco asistencias. Dallas fue superior desde el primer minuto, motivados por la sanción de 25.000 dólares por la actitud de su banquillo en el segundo partido en Phoenix.

«La NBA se está preocupando por lo que no debe. Son millonarios animando a otros millonarios. Y dentro del entusiasmo de un partido, es algo especial ver a un jugador animando a sus compañeros», protestó Jason Kidd. Su banquillo está constantemente cantando ajustes defensivos, animando y levantados de la silla, en una muestra de intensidad e implicación que a Doncic y al propietario de la franquicia, Mark Cuban, les encanta.

Dicha disputa no le viene bien a Phoenix, que parecía tener la serie encarrilada y ahora deberá afrontar mañana el cuarto partido con sus dos estrellas con malas sensaciones. Devin Booker tampoco fue capaz de encontrar el ritmo del partido y Jae Crowder fue el único jugador fiable de unos Suns que por primera vez en los play offs se quedaron por debajo del 50% de acierto en tiros de campo (44%).