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Carlos Pérez de Arrilucea
Martes, 18 de junio 2024, 11:33
Imparables. Los Boston Celtics son los nuevos campeones de la NBA después de barrer a los Dallas Mavericks en el play off final con un ... contundente 4-1. El último duelo de la serie fue una fiesta en el TD Garden, con un anfitrión dispuesto a no ceder ni una opción más a un aspirante liderado por Luka Doncic y Kyrie Irving. Triunfo local por 88-106 para poner el broche a una serie un tanto insulsa, exenta de momentos de drama y en la que ha quedado retratada la superioridad de los Celtics.
La reacción de Dallas en el cuarto encuentro tuvo más de ramalazo de orgullo que de firme intento de revertir la serie. En el quinto, el conjunto dirigido por Jason Kidd cayó de maduro ante el mejor equipo del curso. El marcador al descanso lucía un 46-67 que parecía la antesala de la lluvia de confeti blanco y verde. No hubo sorpresa durante los dos siguientes cuartos. Ni una sola ventaja lograron los Mavericks durante todo el encuentro.
El dominio del plantel con mayor fortaleza de la fase regular se ha visto ratificado en los play off. La maldición que arrastraba el equipo de Boston en los últimos años por su inconsistencia en los momentos de la verdad ha dado paso a un desfile triunfal. En las cuatro eliminatorias hacia el título tan solo ha cedido tres derrotas, un ritmo de apisonadora que ha permitido a la franquicia de Boston atrapar el decimoctavo anillo de su historia. El logro rompe el empate histórico que mantenían los Celtics con Lakers en el palmarés histórico de la NBA. 18 a 17 para el linaje del trébol y la sensación de que los de Boston disponen de más opciones de ampliar esa ventaja que los californianos de reducirla. El pique está servido en una rivalidad eterna donde se discute el dominio de la competición estadounidense. Mientras en Los Ángeles se apaga LeBron James y el testigo del liderazgo cae en Anthony Davis, en Boston se consolida un grupo con mucho camino todavía por recorrer. «Odio que los Celtics nos saquen un título de ventaja». Palabras de Earvin Magic Johnson poco después de concluir el encuentro. Quizás vislumbre que la brecha pueda ampliarse en próximos años.
Los Boston Celtics campeones encarnan lo más parecido a un equipo compacto y con sentido colectivo dentro del individualismo de los 'highlights' y las estadísticas deslumbrantes que impera en la NBA. Jaylen Brown fue elegido MVP de las finales, pero no dudó en compartir el mérito con Jayson Tatum, «mi compañero en el crimen», tal y como lo define. Ambos cruzan el umbral de la sala de trofeos de los Celtics después de hacerse fuertes ante los reproches más o menos velados que les definían como estrellas sin corona. Brown queda para la posteridad como el hombre de las finales de 2024 justo un año después de haber firmado un contrato que le iba a hacer ganar 304 millones de dólares en cinco temporadas. Brown y Tatum forman el dúo que ha tirado de los Celtics en un camino de reivindicación continua hasta ponerse a la altura de los nombres históricos de una franquicia legendaria. Los dos ya tienen su anillo y entran dentro de un club selecto de apellidos que abruman: Bill Russell, John Havlicek, Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Paul Pierce, Ray Allen, Kevin Garnett y tantos otros. Tras ellos, un grupo de especialistas selectos orquestados por el técnico Joe Mazzulla, asistente reconvertido en primer entrenador tras la marcha de Ime Udoka. Secundarios de lujo con un papel claro en el engranaje como Al Horford, Jrue Holiday o Kristaps Porzingis.
El pívot letón representa el brillo en las finales NBA del producto forjado en la Liga ACB. Adiestrado para el salto en la NBA en el Baloncesto Sevilla, el mismo jugador que fue abucheado en el Madison tras ser elegido por los New York Knicks en el 'draft' de 2015 se toma ahora su revancha personal como integrante del equipo campeón con un papel destacado. En el bando de los derrotados se mantiene en pie la figura de Luka Doncic, el mejor de los Dallas Mavericks durante toda la temporada y en las eliminatorias por el título. El esloveno accedía a su primera final NBA después de seis temporadas en la mejor liga del mundo y se ha quedado lejos de un título al que parece predestinado. Su sociedad con Kyrie Irving ha sido fructífera durante todo el curso, pero no han podido contener el empuje grupal de los Boston Celtics.
A sus 25 años, Doncic se asienta como un verdadero mago del baloncesto que ha coleccionado estadísticas espectaculares a lo largo de la temporada, pero que busca el punto de madurez que le permita alcanzar un anillo. En las finales recién concluidas, el chico perfecto esloveno se ha topado como un Jaylen Brown que le ha frenado en defensa, justo la faceta donde falla la estrella de Dallas. Habrá más reválidas en la cima de la NBA para un jugador que ha aminorado el frenético ritmo de juego que impera al otro lado del Atlántico a cambio de exprimir un dominio de los fundamentos y el juego muy por encima de la media.
History repeated. History made. pic.twitter.com/OE2dzq0kBa
— Boston Celtics (@celtics) June 18, 2024
Intratables en el partido decisivo
El equipo de Boston se mostró intratable en las Finales, enfrentando a unos valientes Dallas Mavericks liderados por Luka Doncic, quien arrastraba problemas físicos evidentes. El primer cuarto del decisivo partido fue una muestra de nervios e imprecisiones por parte de ambos equipos, pero la defensa férrea de los Celtics y los contraataques letales marcaron la diferencia. Jaylen Brown y Jrue Holiday, con 6 puntos cada uno y un compromiso defensivo inquebrantable, lideraron a los verdes a un parcial de 9-0 que cerró el cuarto inicial con un marcador favorable de 28-18.
El segundo cuarto fue el momento de ajuste y brillo para los Celtics. Jayson Tatum, quien hasta entonces no había explotado en anotación, se convirtió en una fuerza imparable. Con 31 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias, Tatum fue la clave para que Boston ampliara su ventaja. «Se lo debíamos a nuestros fans… Ha sido un largo viaje, ha sido un largo viaje», declaró Tatum emocionado tras el partido.
The moment it happened 🥹 pic.twitter.com/Lmdtek28Cz
— Boston Celtics (@celtics) June 18, 2024
El éxito de los Celtics no solo se debió a sus estrellas, sino también a un conjunto de jugadores que brillaron en su rol. Jrue Holiday, Kristaps Porziņģis, Derrick White, y el veterano Al Horford, fueron fundamentales en el triunfo de Boston. La defensa de Holiday y Brown, en particular, fue clave para contener al dúo estelar de Dallas, Doncic e Irving, quienes solo sumaron 14 puntos entre los dos en la primera mitad del partido.
Con un marcador de 67-46 al medio tiempo, gracias a un triple estratosférico de Payton Pritchard desde su propio campo, la victoria se veía inminente. La segunda mitad sirvió para mantener la distancia y celebrar el título con la afición. Joe Mazzulla, el entrenador más joven en ganar un campeonato desde Bill Russell en 1969, homenajeó a sus jugadores sustituyéndolos uno a uno en los minutos finales.
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