Arranca la NBA de los salarios de récord

Ingresará 228,2 millones de dólares en cinco años. En la línea del acuerdo cerrado por Mahomes con los Chiefs de fútbol americano. 500 millones durante la próxima década. El MVP de las dos últimas temporadas se queda en Milwaukee para obrar el milagro con unos Bucks que vuelven a ser favoritos del Este. Junto a Miami, claro. Los Heat fueron subcampeones por algo. Algo llamado Jimmy Butler.

En la otra costa, los Lakers. Los campeones son el equipo a batir, el que posible y seguramente ganará otra vez. Para ello han renovado a LeBron James (85 millones por dos cursos más, hasta 2023) y a Anthony Davis (5 años por 190 millones).

El mercado se ha vuelto loco, dirá alguno. No tanto. Este extraño 'verano' (la liga acabó el 13 de octubre y retorna coincidiendo con la Lotería de Navidad en España) es en realidad una reafirmación de lo visto en la pasada temporada de la burbuja.

Volverán a contar los Warriors. Stephen Curry regresa de su lesión y, además, negocia para comprometerse con los de la bahía hasta la que se intuye como fecha de su retirada y ser el nuevo gran One Team Player. Ha declarado que quiere dejarlo tras 16 años. Lejos pero en la línea de Novitizky (21 en Dallas) y Kobe Bryant (20 en Los Ángeles).

Y queda por saberse qué pasa con James Harden. «Tiene derecho a ganar un campeonato», justificó la madre del jugador una posible maniobra de última hora de la estrella de Houston, que apunta a abandonar los Rockets. Un inciso. Los Hornets de Michael Jordan (es el dueño) sí que han tirado la casa por la ventana. Firmar a Hayward por 120 millones es un derroche. Y se ha lesionado antes de empezar.

Las franquicias han atado a sus estrellas y el resto de fichajes son, por qué no decirlo, un efecto dominó. Los favoritos de 2020 son los de 2021. Y unos Nets que recuperan a Kevin Durant (nadie se extrañará si acaba como MVP) y el rompetobillos Kyrie Irving.

Los Lakers son aún mejores. Retienen a Kuzma, Caruso y Cadwell-Pope (40 millones por 3 años más) y suman al alemán Schröder, a Montrezl Harrell (mejor sexto hombre) y a Marc Gasol, que acababa contrato en Toronto y que ha preferido bajarse el sueldo a unos 'ridículos' 2,6 millones, para ganar otro par de anillos. Incluso se rumorea que Pau pudiera volver a vestir en oro y púrpura.

Eso sí, James se lo tomará con calma. El Rey está para destrozar rivales en las Finales mientras espera a que su hijo llegue a la NBA, (en tres años, cuando James quede libre) y pasar a su lado la temporada de despedida.

El otro favorito es Milwaukee. Con Antetokounmpo en deuda. Siempre ha dicho que su reto es hacer campeones a unos Bucks que no lo logran desde que Robertson y Alcindor maravillasen al mundo en 1971. Ahora contará con DJ Augustin y Bobby Portis como pilares del banquillo. Dos 'desconocidos' muy buenos jugadores. Han traído a Holliday desde los Pelicans como base y sueltan a Bledsoe, que nunca rindió como se esperaba. Les falta un tirador para asfaltar una autopista que les lleve al cielo.

Un paso por detrás están las dudas. Los Clippers pueden hundirse o no tener rival. Con la llegada de Serge Ibaka y ese perímetro de lujo que forman Leonard y George. Tyron Lue sustituye a Rivers en el banquillo.

Los Warriors, al regresar Curry (no Thompson que se ha lesionado otra vez de gravedad) entran en las quinielas. Mientras que Denver y Phoenix suben como la espuma. Los de Colorado, tras años de mejora, han fichado a Campazzo para encontrar algo nuevo. Los de Arizona cambian a Rubio por la superestrella Chris Paul para apoyar a Devin Booker.

En el Este: Boston, Miami y Filadelfia. Los Celtics con el enésimo proyecto de Brad Stevens. Los Heat, subcampeones, mantienen el bloque. Los Sixers de Embiid y Simmons, en manos de Doc Rivers, podrían ser la gran sorpresa. A Seth Curry y Danny Green (sus primeros fichajes) se les caen los puntos de las manos cuando les retiran la responsabilidad de tener que tirar también del equipo.