Antetokounmpo sigue siendo el rey

El encuentro no acabó en paliza mayúscula (el 127-104 definitivo ya lo es bastante) porque Patty Mills gozó de unos minutos de anotación compulsiva antes de que terminara ese primer cuarto. Gracias a él, sustituto de Mike James en las filas de los máximos favoritos a ganar el anillo este curso, la baja de Kyre Irving (se niega a ser vacunado contra la Covid-19) no se notó. De hecho, el australiano se entiende a las mil maravillas con James Harden y el perímetro de los de Nash es más eficaz que con el polémico base apodado 'rompe tobillos'.

Anteto saltó al campo a demostrar que sigue siendo el rey. Que no hay otro tan determinante en toda la liga. La primera acción de la temporada fue el conato de gorro estratosférico sobre el joven Claxton, que se ha ganado el puesto de pívot titular en los Nets. Llegó tarde e hizo falta. Uno y no más, se dijo el griego, que desplegó un festival en los siguiente minutos. 13 puntos y 8 rebotes antes de que Budenholzer le diera su primer descanso. Estaba disparado. Imparable en ataque, como siempre. Imperial bajo el aro rival; parecía que jugaba contra niños (y sus marcas era Blake Griffin y Kevin Durant) e intratable en su propia zona. A la primera se le escapó Claxton.

A la que se dio un lance similar, el tapón fue de los que se repetirán una y otra vez entre las mejores jugadas. Lo cazó en el punto más alto posible. Con el brazo del de Carolina del Sur completamente estirado hacia el cielo. Claxton es un 2,11 con buenos muelles, pero acabó sentado en el suelo. Arrollado.

Entonces ya se supo que no había más historia, que se iba a ver un buen espectáculo (y se vio), pero que solo quedaba ya la calidad individual de los Durant, Harden o Mills contra la de Middleton y Holiday, el certero mortero de Connaughton o la feliz irrupción de un joven nigeriano, Nwora, que apunta maneras. Con defender bien durante el tercer cuarto les fue más que suficiente a los de Wisconsin.

Y la defensa fue seguramente el pecado de los Lakers en la otra punta del país. En el segundo partido de la jornada inaugural, los Warriors de Stephen Curry asaltaron el Staples Center (114-121). Los de Vogel -34 puntos de LeBron ; 33 de Davis- controlaron la primera parte, con James liderando y marcando diferencias sobre unos Warriors dubitativos, en espera de su oportunidad. La vieron clara metidos ya en el parcial definitivo. Haciendo virtud de la paciencia, los de Kerr fueron resilientes cuando Curry falló ocho de sus primeros once lanzamientos. Supieron sobrevivir con Poole (20 tantos) y la aportación desde el banquillo de un gran Nemanja Bjelica (15 puntos y 11 rebotes en 26 minutos).

Aunque la diferencia, al final, no fue cosa de las ofensivas. A los angelinos les habría bastado con cerrar atrás, algo que hacían de fábula el curso pasado. Sobre todo porque Westbrook debutó con problemas en el tiro (4 de 13, para 8 puntos) y en el intercambio de golpes todo parecía indicar que saldrían escaldados. No se parapetaron y despertó Curry. Se echó el encuentro a la espalda y ganó el duelo californiano aportando 21 tantos, 10 rebotes y 10 asistencias. 'Triple doble'.