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17 créditos de valoración. Ricky Rubio guía a España con 15,9 puntos; 4, 3 rebotes y 6,4 asistencias de media en el torneo | 10 créditos. Rudy Fernández es el capitán y el caudillo defensivo. Aporta 7,3 puntos; 2,7 rebotes y 3 asistencias por encuentro | 16 créditos. Marc Gasol es el líder y el faro más allá de la estadística. Además suma14,4 puntos; 5,3 rebotes y 3,7 asistencias.

Final inesperada en el mundial de las sorpresas

Argentina, con 7 jugadores de la ACB, y España, con 4 de la NBA, luchan desde las 14 horas por el trono del planeta baloncesto

Domingo, 15 de septiembre 2019, 00:10

Era tan mala que igual no se recuerda. 'El único' (James Wong, 2001) es un thriller de ciencia ficción en el que Jet Li –ya avisamos de que la peli no era buena– iba saltando por 124 universos paralelos, asesinando a sus otros 'yos' para ... absorver su energía vital y convertirse en un ser divino 'The one'. De ahí el título de la cinta. La final de mañana es un poco lo mismo. España y Argentina, tras crecer de manera constante a lo largo de toda la Copa del Mundo, se enfrentan en plan duelo final de 'Los Inmortales', con la particularidad de que son dos equipos clónicos y el que gane será divino.

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Juegan a lo mismo, entienden igual el baloncesto, están entrenados por dos tipos que, salvo por el peinado, son tan parecidos que hasta se llaman igual y comparten una disciplina, un carácter, una solidaridad y, por descontado, una calidad, que hace casi imposible prever cuál de ellos parte como favorito.

19 créditos de valoración. Facundo Campazzo es el diapasón albiceleste. Promedia 13,6 puntos; 4,6 rebotes y 7,7 asistencias | 11 créditos. Patricio Garino es el especialista defensivo que aporta 9,3 puntos; 3,4 rebotes y 1,1 asistencia de media. | 20 créditos. Luis Scola es el alma argentina. El MVP. 19,3 puntos y 8,1 rebotes por partido a sus 39 años es algo cercano a un milagro

El plus que suponen Ricky Rubio y Marc Gasol lleva a apostar por la rojigualda, pero, cuando de competir se trata, nadie puede menospreciar a la albiceleste. «Somos como la Holanda del 74», ha llegado a decir Sergio Hernández. «Practicamos un baloncesto total». Tampoco iba a ser el 'Oveja' el primer bonaerense humilde. Además, el de Bahía Blanca hasta podría tener razón.

Claro que España, intencionadamente maquillada de sufrida clase trabajadora por Sergio Scariolo, es incluso un conjunto más completo que el americano. «Cuantos más vídeo suyos vemos, más sube nuestra sensación de que va a ser un partido muy, muy complicado», alimenta el de Brescia el ego del rival. Tampoco iba a ser el primer italiano que no engatusa a su presa antes de hacerla caer rendida ante sus encantos.

Ni Campazzo es Rubio; ni Rudy, Garino, ni Scola se parece en nada a Marc Gasol. Pero su efecto en el grupo es similar. Unos dirigen y hacen aquello que el conjunto necesita en cada momento. Los otros defienden a niveles accesibles para muy pocos. Lo líderes deciden los partidos. Y ambas escuadras cuentan con tipos capaces de salir de refresco y dinamitar encuentros. Sergi Llull no necesita tarjeta de visita. Como no la necesita Nico Laprovittola. Juancho Hernangómez es mejor no tenerlo en contra en un momento inspirado, como se desea no tener noticias del Tortuga Deck. O Luca Vildoza, en ese injusto segundo o tercer plano de los que lo hacen bien en ambos lados de la cancha. Un mismo talento, aún más grande, en el caso de Víctor Claver.

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Argentina, 'el Alma' la han apodado, es casi más española que España, 'la Familia'. Será porque siete de sus jugadores trabajan actualmente para clubes de la ACB. Luis Scola (Baskonia) y Redivo (Bilbao Basket) lo hicieron en el pasado. El escolta seguiría, pero el Breogán descendió. De hecho, son 21 –de los 24 contendiente por la final– los que se han formado en la liga española. Todos menos Agustín Caffaro, Tayavek Gallizzi y Máximo Fjellerup. Este último no sería raro que fiche pronto en la piel de toro.

Las semejanzas llegan a niveles enfermizos si se atiende a cómo definen sus esencias los propios protagonisas. Los argentos hablan de carácter, de deseo y de inteligencia. Los íberos de corazón y cabeza. Rigor táctico, infinidad de variantes, una defensa agresiva, capacidad de correr la cancha y estrellas definidas. Son como dos gotas de agua.

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Inteligencia

«Defendemos excelente, corremos la cancha agresivamente, marcamos un montón de puntos corriendo la cancha. No es fácil. Todo el mundo habla del fast-break, fast-break, pero un equipo marca cinco o seis, nosotros hacemos 20. Me siento identificado con este equipo, no siempre pasa esto. No sé si jugamos 'básquet total', pero tratamos», comentó el Oveja. La frase, sin firma, podria ser un resumen de lo que hace España en la cancha.

La única pequeña diferencia, porque hasta en ese sexto hombre que sorprende –Delía u Oriola– están empatados, podría venir por lo que todavía no se ha visto. A Scariolo no le falta nada de los que presume Hernández:«Sabemos que no somos grandes, no somos atléticos, de manera que tenemos que jugar de forma inteligente con los espacios, los tiempos, respetando mucho las tácticas, la estrategia. Los jugadores argentinos son muy inteligentes, nos encanta ganar y no podemos ganar corriendo o saltando a los jugadores altos porque no tenemos jugadores grandes ni atléticos, tenemos que jugar muy inteligentes, con bloqueo y continuación, cortes, dentro, fuera... Y con Campazzo», dijo tras vencer a Serbia.

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Sin embargo, Hernández puede que eche en falta algo que sí se intuye que aún queda en la pizarra de Scariolo. En realidad es una tablet, por cierto. La sorpresa. «Hemos entrenado un mes y medio cosas. Hasta con Italia teníamos cosas previstas que no necesitamos en defensa. Hoy hemos usado algunas cosas que nos han ido bien pero el campeonato son muchos partidos y no hay que enseñarlo todo al principio», reconoció Pau Ribas, uno de los que será clave para lograr el oro. El espectáculo promete mejorar el visto contra Australia. Preparen sus corazones.

En busca de su segundo reinado

  • 1950 Argentina fue campeona en el primer Mundobasket celebrado, hace ya 69 años. La Generación Dorada logró la plata en 2002

  • 2006 España alcanzó lo más alto del podio en el mundial de Japón, hace 13 años. Es su única final. Disputó una semifinal en 1982

«Ahora mismo en mi mente solo hay una cosa y es el oro», confiesa Rubio

:: s. eguía

vitoria Es diferente y diferencial. La asistencia a Claver, con las yemas de los dedos cuando ya estaba lanzando el triple que decidía la prórroga contra Australia, está al alcance de muy pocos. Por exigencia técnica, por lectura del juego y por la humildad de renunciar a un posible hazaña personal por garantizar la colectiva. Así que cuando Ricky Rubio dice ante de una final que «suena a tópico, pero es verdad que yo lo creí, dentro de mí había algo que decía que íbamos a ganar este campeonato, pero de momento no lo hemos conseguido y por eso no es momento de estar celebrándolo» es como para tomárselo en serio. Luego añadió que «ahora mismo en mi mente sólo hay una cosa y es el oro». En él suena verdadero.

Porque la frase, parecida, la han repetido muchos de sus rivales estos días. Empezando por el entrenador, Sergio Hernández. «Queremos el oro», dijo ayer. Y lógicamente lo desea. Todos. Pero su convencimiento suena más a arenga que a otra cosa.

Posiblemente la diferencia está en que las declaraciones de los españoles cuantan cosas del rival y de lo que les exigirá un partido «durísimo y muy igualado hasta el final», mientras que las argentinas habla de ellos mismos.

««No sólo hay que pararlos a CApazzo y Scola», analizó Marc Gasol, que puede convertirse en el segundo deportista en ganar la NBA y un mundial el mismo año. El otro es Lamar Odom, que los hizo en 2010. «Deck y Garino están jugando muy bien y Nico y luego tienen jugadores que pueden entrar con su tiro como Vildoza o Brussino. Son un equipo muy completo con un entrenador que les marca una línea y les anima a ser valientes», continuó explicando el pívot catalán.

El éxito o el fracaso –si puede considerarse así una medalla de plata– llegará «tras otro partido a cara de perro para el que tenemos que estar preparados», insistió Scariolo. «Es un equipo con muchas armas para generar peligro en la defensa rival, pero sobre todo es uno de los mejores equipos de toda la competición, si no el mejor de los rivales a los que nos hemos enfrentado».

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