Más de un centenar de miembros del club se reunieron en un restaurante vitoriano para recordar sus vivencias. Igor Martín

Baloncesto

La memoria recuperada del club La Blanca

Más de 100 jugadores de la sección de baloncesto de la entidad celebran un encuentro para rememorar vivencias de sus 15 años su historia

Domingo, 21 de abril 2024, 00:25

En Euskadi todo fluye mejor alrededor de una mesa, con buenas viandas y mejores caldos de la tierra. Mucho que revivir entre los 110 comensales que se reunieron ayer en un restaurante de la capital alavesa para dar cuenta de innumerables vivencias sobre baloncesto como ... miembros del club La Blanca. Aquello de «más que un club» podría servir de prestado para definir lo que significó la entidad entre 1973 y 1988, año en que se fue extinguiendo para sobrevivir exclusivamente lo que es hoy el club de atletismo.

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«Lo que giraba en torno al club La Blanca se asemejaba mucho a lo que hoy concebimos como centro cívico. Un club con infinidad de secciones, deportivas y culturales, que formaba una gran familia», explica David Santos, el alma y entrenador durante tantos años de baloncesto. Más de 570 jugadores pueden jactarse de haber formado parte de aquella institución que abanderaba el color verde como distintivo en sus camisetas. «Pasaron muchas generaciones, de jugadores y de entrenadores como Carlos Luquero, Txema Capetillo, Junguitu o Peio Cambronero. Teníamos más de 20 equipos y cerca de 40 vinculados de colegios. Se creó también una escuela de formación y se trabajó muy bien el baloncesto femenino», apunta orgulloso.

Dos plantillas, femenina y masculina, del club La Blanca posan antes de sendos encuentros de sus equipos.

La red de contactos del club se fue extendiendo por toda la ciudad en busca de «niñas altas» y jugadores que quisieran formar parte de la entidad. En sus inicios, una joven Ofelia Lebrero, con su 1,57 de estatura, se sumó a la causa, para convertirse, con los años, en toda una leyenda. «Medía poco, pero tenía auténtica pasión por el baloncesto. Fui de las primeras chicas que tiraba en suspensión, algo que no era habitual. Metía muchas horas de tiro y técnica individual. Fueron unos años muy felices por todo lo que significaba el club. Recuerdo toda una semana entrenando con candiles porque nos cortaron la luz. Nos pasaban estas cosas», rememora con humor. Hoy, a sus 67 años, es abuela de cuatro nietos y continuó mostrando su talento en las canchas alavesas pasados los 58 años.

En aquel callejón de la Alberca el discurrir de personas era lo habitual. El inmueble, propiedad del Obispado, pasó con los años a manos de la Diputación Foral de Álava. Corría entonces el año 1988. Hubo intentos por reubicar el club y el propio Consistorio propuso la cesión de parte del polideportivo Aranalde, pero aquello cayó en saco roto y el auge y esplendor de todo un símbolo del vitorianismo se desintegró con la única resistencia de la sección de atletismo. «No necesitábamos de una cancha propia, La sección continuó con una escuela infantil hasta lo que somos ahora, un club grande», apunta su presidente, Mikel García.

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El club llegó a tener más de 20 equipos de baloncesto y cerca de 40 vinculados de colegios de Vitoria

Bailes, conciertos y cotillones

La Blanca tuvo una oferta con secciones de baloncesto, balonmano, voleibol, atletismo, tenis de mesa, sokatira, ciclismo, minibasket, fútbol, judo, montañismo, pelota, salvamento e incluso socorrismo, además de actividades culturales tan variopintas como euskera, cerámica, talla, fotografía, pintura o teatro. Por pura supervivencia, la instalación también se alquilaba para celebrar bailes, el esperado cotillón de Nochevieja y conciertos. Por allí pasaron Oskorri, La Polla Records o Cicatriz.

Los recuerdos se agolpan en el impulsor de este encuentro, David Santos. Fue uno de los culpables de que en Semana Santa se celebrara un torneo internacional de baloncesto juvenil, « con equipos de Yugoslavia, Alemania, Francia o Mónaco». Aquellos tiempos permanecen en la retina y el anecdotario de quienes siguen conservando aquel carné impreso con el logo de la Caja de Ahorros Provincial de Álava.

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