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La respuesta solo importa cuando la pregunta es la adecuada. Quizá por eso casi ningún deporte ha contestado de manera correcta a cúando se reanudará la competición. Y es que no tienen forma de saberlo.
En el caso de la ACB, la cita era ... el 24 de abril. Es la fecha que se puso (podría haber sido cualquier otra) la última vez que se reunió la Asamblea. Este jueves han vuelto a verse (por videoconferencia) los 18 clubes que conforman la patronal del baloncesto nacional y lógicamente han borrado esa previsión de regreso a las canchas.
El balón, no obstante, sigue en el aire. Intentarán terminar la competición. «El objetivo de reanudar la competición se mantiene intacto y analizaremos junto a nuestros clubes la mejor manera de conseguirlo, asegurando siempre la salud de todos los participantes», asegura Antonio Martín, su presidente, en un pomposa forma de admitir que no saben cuándo ni cómo podan hacerlo.
En el continente, los más prácticos ya han echado la persiana. Lituania fue el primero en hacerlo. Decretó que el Zalgiris, como siempre, sería el campeón y hasta el curso que viene. En Rusia, la VTB, también ha dado por terminada la liga. En su caso, no han declarado campeón, quedará desierto. Algo que ha enfadado mucho a Rimas Kurtinaitis, entrenador del Khimki, que iba líder. «Si el primero fuera el CSKA, bien que le habrían dado el campeonato», protestó.
Al otro lado del Atlántico, sin tener tampoco ninguna previsión, se rumorea con la posibilidad de que la liga regular sea cancelada y se pase directamente a un play off por el título, con sede única, para evitar desplazamientos. Gana fuerza un torneo entre los 16 mejores, en eliminatorias al mejor de tres partidos, que se disputaría en Hawai
Aquí se confía y espera. Se deja sin efecto la fecha de regreso establecida para el 24 de abril y se analizará en las próximas semanas la evolución de la crisis sanitaria para tomar decisiones. Un tiempo muerto, por decirlo en términos baloncestísticos. Tampoco hay mucho más que añadir, la verdad, más allá que lamentar «el profundo dolor por los estragos de esta terrible pandemia. Acompañamos en el sentimiento a las familias que lo están sufriendo y que no pueden despedirse de sus seres queridos».
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