La ACB vuelve a colocar Girona con una chincheta en su mapa. El caso catalán ejemplifica las grandezas desmedidas de un pasado ajeno a su laborioso presente y la virtud de levantar un proyecto reducido a cenizas en 2008. Todo por el empeño personal de ... Marc Gasol en 2014. Aquel joven interior entrado en kilos que Dusko Ivanovic apartó del Barça (2006) desplegó cien kilómetros al norte de la capital catalana el trampolín desde el que impulsarse hacia un futuro espléndido. Y tal vez debido a esa lealtad humana que vive en las personas comprometidas, el mediano de la saga familiar decidió en 2014 devolver a la ciudad lo que ella le había supuesto como punto de partida para alcanzar el olimpo.
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Conviene tomar hilo para coser las dos partes abruptamente seccionadas por la historia. La inmobiliaria catalana Akasvayu interpretó el pabellón Fontajau como un solar desde el que construir su ambición hacia el cielo. La empresa inyectó tela a mansalva en el encofrado con el fin de sentarse a la mesa de los poderosos. Era 2005 y la propiedad adquirió a jugadores como Germán Gabriel, Arriel McDonald, Raúl López y Fran Vázquez. Al pívot gallego por un dineral fuera del mercado. El nuevo rico terminó séptimo en el torneo liguero y la impaciencia directiva pulsó el botón de la centrifugadora.
De ese modo llegaron el ejercicio siguiente Svetislav Pesic (entrenador) y apellidos tan sonoros como los de Fucka, San Emeterio y el Gasol que protagoniza para el baloncesto de Girona este remedo moderno del Ave Fénix. El conjunto alza la Eurocopa de la FIBA y concluye quinto de la ACB. Tampoco parecía suficiente en la sede de Akasvayu, que incorpora a Darryl Middleton para la última campaña de la entidad. Una temporada en la que Marc explotó la traca como jugador más valioso de la Liga a base de exhibiciones continuadas en aquel duopolio semanal con Rudy Fernández.
Pero las cargas de dinamita ya vivían en la estructura de la entidad y el edificio de la inmobiliaria se derrumbó dejando nubes de polvo y desolación en la caída. Tres cursos de notables y hasta sobresalientes deportivos, de plantillas espectaculares, aires de grandeza y pies de barro. Hasta que la crisis de 2008 llevó a la entidad al concurso de acreedores, año en el que 'su' Santísima Trinidad -Gasol II como fundador, presidente y pívot actual del recién ascendido- emprendió su fértil viaje transoceánico. Aterrizó en la ciudad de Memphis que acababa de despedir a su hermano en la terminal para liderar a los Grizzlies y hasta coronó su viaje a la NBA con el título canadiense de Toronto.
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Pero ya antes, 2014, el bicampeón mundial y dueño de doble plata olímpica con España se sintió el partícipe imprescindible de una misión. La de recuperar el baloncesto en Girona. Hace nueve años refundó Marc el club para competir en categorías formativas. A partir de 2017, una temporada en la EBA, dos en LEB Plata y otras tantas en Oro hasta ascender -ya con el presidente desdoblado entre el despacho y la zona (noviembre de 2021)- frente al histórico Estudiantes. Curiosamente, el equipo de fútbol que tanto tapa y el de baloncesto subieron el mismo día de junio, no hace ni dos meses. Se trataba de armar un grupo para competir en el retorno diferido a la ACB.
Y el jefe apuntó al veterano Aíto como conductor del nuevo Girona en la máxima categoría. Así que don Alejandro regresa a la competición española cinco veranos después de dejarla para emprender su única salida a Europa. 'Cuatro años en Berlín' podría titular esa película de su vida. Vuelve el revolucionario que reconvirtió a Andrés Jiménez en alero alto, el hombre que «idea baloncesto cada día» -según palabras de su rendido admirador Xabier Añua, pionero del baloncesto vitoriano-, el técnico que moldea jóvenes para iluminarlos en el escaparate aunque vivamos tiempos de apagados eléctricos.
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Y en ese conjunto dispondrá el preparador y tendrá de compañeros el presidente a la promesa baskonista Hanzlik y al 'ex' Garino, un 'tres' interesante si las lesiones dejan de observarlo como la víctima perfecta. El domingo 27 de noviembre, a la taurina y lorquiana hora de las cinco de la tarde, pisarán el parqué del Fernando Buesa Arena el fundador, el veterano y los dos jugadores con raíces en Betoño.
El Baskonia arrancará su preparación para otra exigente campaña en menos de dos semanas. El próximo lunes 22 de agosto la plantilla azulgrana está citada para las habituales pruebas médicas y los test físicos, que se extenderán también a lo largo del día siguiente. A partir de ahí, Joan Peñarroya tendrá por delante casi un mes de preparación antes del arranque liguero del viernes 30 de septiembre contra el Unicaja (Buesa Arena, 19 horas). En ese tiempo el equipo disputará cinco amistosos contra rivales cuya identidad todavía está por confirmar.
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