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El Olympiacos va a pedir formalmante a Jordi Bertomeu, el director ejecutivo de la Euroliga, que expulse al Panathinaikos de la competición. El año pasado fueron los del Panathinaikos los que amagaron con marcharse al considerar un «mafioso» al ejecutivo catalán. Es el ... cuento de la buena pipa.
Seis jornadas ha tardado Dimitrios Giannakopoulos, el dueño del Panathinaikos, en volver a liarla. Y eso que el curso pasado parecía haberse enmendado, tras acumular medio millón de euros en multas y reventar alguna que otra reunión de los clubes de la competición.
Era solo apariencia. El viernes, en el descanso del Panathinaikos - Olympiacos bajó a los vestuariso de los árbitros en el descanso, algo prohibido y habitual en el, para insultarles un poco. Eso también acostumbra ha hacerlo mucho. Nada nuevo.
El problema es que al Olympiacos se le ha acabado la paciencia con el díscolo millonario y ha pedido oficialmente a Jordi Bertomeu que expulse al Panathinaios de la Euroliga. Perdieron 93 -80 y eso también escuece. La polémica promete crecer, porque las acusaciones son graves.
Según trascendió, en el descanso del derbi ateniense, Giannakopoulos había acusado al colegiado polaco y el italiano de haber apostado 20.000 dólares sobre el resultado del encuentro en diversas web. Al árbitro español Pérez Pérez, el tercero en cancha, le dejó al margen.
Ante el revuelo causaso, este sábado, el club verde ha aclarado lo sucedido con una curiosa nota de prensa. «No habló de apuestas», dice un comunicado oficial, «les dijo que cobraban dinero de Olympiacos». Y claro, los del Pireo se lo han tomado mal.
Sin llegar a los extremos de Grecia, Matt Janning y Pedro Martínez también se han quejado esta semana por la actuación arbitral en el Baskonia - Fernerbahce. En voz baja, para el que supiera de lo que hablaban y por Twitter, que es como hablarle a todo el mundo y a nadia al mismo tiempo.
El escolta de Minnesota escribió: «Integrity for the game». Estaba muy enfadado por la falta antideportiva que le señalaron en el momento decisivo del duelo, a treinta segundos del final y con 70-71 en el marcador. Janning tenía el balón a su alcance y trató de robarlo, aunque seguramente haría falta. De hecho, hacer falta le interesaba al Baskonia. Pero impactó con la cara de Sloukas en su acción y tras consultar el Instant Replay, lo colegiado decrataron que era antideportiva.
Por el videoarbitraje llegó también en mal trago para Martínez. El catalán, solicitó (exigió) que revisaran una decisión arbitral en los minutos finales. Eso en la nueva normativa ACB es posible. Es como pedir el Ojo de Halcón en el tenis. Pero en la Euroliga está prohibido y ase sanciona con una técnica. Y eso es lo que pasó. El entrenador no se lo podía creer al ver las manos del árbitro formando un T junto a su cara. Y tasmpoco le falta razón. Así lo explicaab este sábnado «Sobre todo es culpa mía que me cuesta enterarme... Pero ayudaría, creo, que grandes organizaciones como la ACB y la Euroliga tuvieran los mismos criterios en, por ejemplo, INSTANT REPLAY».
La teoría la saben todos, pero con el corazón a 170 pulsaciones se actúa por instinto.
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