Lo más destacado de la jornada 9 de la Euroliga

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Es una delicia ver jugar a los de Xavi Pascual. Son un equipo. Uno de verdad. Coral, generoso, competitivo y ganador. Todo lo que quiere la Euroliga. Se mantiene como un bloque de hormigón armado en defensa y ataca con numerosos sistemas. La ausencia de Pangos parece quedar atrás con la calidad de Loyd (12 puntos) y un Frankamp (16) cada día más adaptado. Doblegaron al Olympiacos desde el rebote (36-25) y con autoridad en el último cuarto con un parcial de 9-0 liderado por Kuzminskas, que empieza a coger la forma. Y todavía les falta recuperar a Nappier.

El Madrid, con el regreso de Thompkins y Randolph a la vuelta de la esquina, luce un balance de 7-2. Dejó al Zalgiris revolverse hasta asestarle la estocada final en el último cuarto. Hasta siete jugadores del Madrid (Heurtel, Hanga, Tavares, Yabusele, Rudy, Poirier y Llull) alcanzaron los dobles dígitos de anotación para disfrute del Wizink Center. Precioso el segundo cuarto y el mate de Tristan Vukcevic.

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Estamos en la Euroliga de las bajas anotaciones y en ella brilla el Estrella Roja. Son la mejor defensa de lo que va de competición. Mejor todavía que la del Milán. Al menos numéricamente. Solo encajan 67,22 puntos por partido, por lo que no resulta fácil enfrentarse al bloque de Dejan Radonjic. Mucho menos ganarles en la Sala Pionir. Lo comprobó un mermada Asvel Villeurbanne, en un duelo de revelaciones que se decantó a favor de los serbios (73-67). Pese a otro buen partido del dúo Okobo-Jones, Nikola Kalinic (22 puntos y 27 de valoración) manda en Belgrado.

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Entre los pitos a Hezonja y los puntos de Lorenzo Brown (13 y 8 rebotes) e Isaiah Canaan (15 y 5 asistencias), al Panathinaikos se le fue otra victoria (72-74) ante el Unics Kazán. Este menos humillante, como calificó su entrenador la anterior derrota en Belgrado (anotaron solo 42 puntos), pero igual o más de dolorosa. El OAKA está dejando de ser inexpugnable. Ya no forma un binomio imponente son su plantilla, liderada por el fragor anotador de Daryl Macon Jr. (14 puntos, promedia 17, segundo máximo anotador de la Euroliga) y Papagiannis en la pintura (14 puntos y 17 rebotes para 24 de valoración). Papapetrou, desacertado, erró el triple definitivo en una jugada embarullada. El fichaje estrella, Yogi Ferrell, no disputó ni un solo segundo. Muchas desperfectos y pocas certezas.

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Escapa de la quema el Efes, con una cómoda victoria en Berlín, pero se echar gasolina por encima el Fenerbahce, al que ayer le tocó ver la otra cara de la moneda. Se quedó en solo 43 ante un Armani Milán (43-68)magnífico en defensa que dio otro golpe encima de la mesa con 30 minutos.

El parcial del primer cuarto (3-22) lo dice todo. Un tiro libre de Vesely y bandeja en el último minuto del joven Sehmus Hazer (9 puntos), el único que aprovechó su tiempo de juego. El conjunto de Messina, líder en solitario de la competición, doblegó a un conjunto turco que apenas logró competir en el segundo cuarto y que ni siquiera tuvo capacidad para maquillar el resultado en los minutos finales. De Colo, Vesely y Guduric vieron desde el banco cómo el Fenerbahce firmaba su anotación particular más baja en todas sus participaciones en la Euroliga. Antes estaba en 48, en 2009 ante el CSKA.

El regreso de Melli (6 puntos, 6 rebotes y 19 de valoración) y de Datome (11 puntos) fue amargo para la hinchada otomana, que pagó su frustración en los minutos finales con Henry pese a que fue el máximo anotador del equipo. Primero, con tímidos pitos cuando el exbaskonista falló dos tiros libres, para posteriormente abroncar al equipo con un sonoro abucheo después de un triple del base no tocara ni aro. Polonara también acabó desquiciado, recibiendo una falta técnica por protestar a los colegiados. Djordjevic, más discutido que el árbitro.