Los efectos de la brecha salarial

La incorporación por el peso específico de sus abultados presupuestos del Virtus Bolonia y Mónaco a las entidades ya consolidadas desde la perspectiva financiera deriva en unos vagones delanteros a los que muy difícilmente pueden incorporarse las demás. Las dos sociedades futbolísticas españolas, turcas e italianas junto a Olympiacos, Maccabi y el conjunto del Principado traducen el décimo puesto a algo así como ganar el torneo de los segundos convoyes. Salvo rendimientos deportivos claramente por encima de las previsiones teóricas.

Desde que el mejor campeonato continental se disputa mediante el formato de enfrentamientos entre todos sus componentes a doble vuelta, sólo cuatro bloques han alzado el título. El Fenerbahçe del señor de los anillos (Zeljko Obradovic) en 2017, el Real Madrid un mayo después, el CSKA ahora excluido en Vitoria'19, ninguno en el ejercicio adverso de la pandemia y éxitos revalidados del Anadolu Efes (2020 y 2021).

Pues atentos a las contrataciones de los inconformistas. El 'Fener' ha fichado a Calathes, Wilbekin y los exbaskonistas Bjelica y Jekiri; a la 'casa blanca' regresa Chacho Rodríguez junto a los nuevos Hezonja, Musa y Cornelie. Y el Barça recluta a Satoransky, Da Silva, Kalinic, Tobey y Vesely. Casi nada. Mientras que el Efes de Ergin Ataman conserva a su hiperbólico dúo exterior Larkin-Micic más Pleiss y Dunston.

De retorno al hogar o en un viaje introspectivo también se confirma que el dinero contribuye de manera fehaciente a conseguir campeonatos. De las veinte últimas finales domésticas, tomando en cuenta las de la ACB y las de la Copa del Rey, en trece (65%) han figurado los dos clubes de fútbol en la cartelería de los duelos definitivos.

El legado de Pablo Laso en el banquillo del WiZink Center ahí queda, a prueba de amnesias. De las diez últimas ligas, el Madrid se ha llevado nada menos que seis por dos de su perenne rival, el Barça. Solo el Valencia de Pedro Martínez y Fernando San Emeterio, entre otros, y el Baskonia fueron tan irreverentes como para profanar semejantes cotos privados de caza. El equipo taronja abatió la pieza mayor en 2017 y el alavés lo hizo en la burbuja de La Fonteta con cierta atmósfera copera en tiempos de tests reiterados, mascarillas, recelos y miedo al virus. Además, el vitoriano acabó segundo (2018) en otro ejercicio de rebeldía.

La competición efervescente del rasca, gana o pierde que acabó por imitar Europa entera ni siquiera ha consentido algo más que las migajas para los conjuntos ajenos al duopolio. Cinco título merengues y otros tantos blaugranas con seis finales entre ambos y la pedrea en forma de subcampeonatos para Valencia (dos veces, 2013 y 2017), Tenerife (2016) y Unicaja (2020).