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ROBERTO ARRILLAGA
Miércoles, 23 de octubre 2019, 00:12
De entre las familias alavesas infectadas por el virus del baloncesto en Álava hay una que ha cumplido las bodas de plata sobre una cancha y que tiene el orgullo de haber formado el que hoy es el segundo equipo más longevo del territorio ... alavés. Los Azcorreta fundaron el Independiente, que cuenta con un amplio historial de títulos locales desde los años 60.
La familia Azcorreta tuvo en la figura de Javier a su iniciador. Sus primeros pasos en el juego fueron con el IMOSA, donde, con determinación y sobre todo mucha afición, logró impulsar al equipo. Javier Añua le llamó para completar los entrenamientos y algún partido del CD Vitoria que ya militaba en Segunda división. Se precisaba de entrenamientos de calidad y de jugadores que sustituyeran a los habituales cuando las cuestiones laborales les impedían acudir a los encuentros. Javier Azcorreta participó muy poco con el Vitoria por sus limitaciones físicas y porque la calidad requerida era muy grande. Tenía un pie deforme. Esto nunca desanimó a Javier, que enseguida se enroló en el Helios. Su afición por el baloncesto caló también en sus primos Carlos, Ramón y Guillermo, que cuando pudieron se incorporaron al IMOSA para continuar la saga familiar.
En aquel 1964, la liga provincial deparó un magnífico duelo final entre el Vasconia y el Fournier Graficolor. Los prensistas, después de un campeonato agotador, arrebataron el decimocuarto título provincial a los vasconistas y se ganaron el derecho a jugar por el ascenso a la Segunda división. La casualidad hizo que aquella temporada fuera la última del IMOSA. La empresa decidió disolver su equipo de baloncesto. El Graficolor aprovechó la oportunidad e incorporó a los mejores efectivos de la DKW. Entre ellos, claro está, los Azcorreta. Incluido Javier, que encajaba a la perfección en el puesto de entrenador. Con todos ellos, el Graficolor quería conseguir el pasaporte a la División de bronce.
A partir de aquí, una densa niebla se cierne sobre la historia. La eliminatoria que se debía disputar frente al Iquimesa vizcaíno nunca se jugó. Al parecer, la Federación Española iba a ampliar el Grupo Norte a diez equipos y por eso no necesitaba realizar la criba. Por unas cosas u otras, el plazo de inscripción se terminó sin el alta del equipo alavés. La Federación intentó tranquilizar los ánimos dejando caer la posibilidad de una nueva ampliación de la categoría. Por ello, Graficolor Fournier presentó la documentación necesaria el 15 de agosto de 1964. La sorpresa resultó mayúscula cuando en febrero de 1965, sin mediar comunicación alguna, la Federación Española no recogió ninguna referencia al Graficolor bajo el epígrafe de la Liga Vasco-Navarra. En la plancha de salida había dos equipos guipuzcoanos, dos navarros, un vizcaíno y un riojano, pero ningún alavés. Sin mayores explicaciones ni quejas conocidas la cosa se quedó así y el Fournier desapareció del baloncesto alavés también sin dar ninguna pista.
En estas circunstancias, los Azcorreta dieron un paso adelante y formaron un conjunto que completaron con Manolo González y Julio Ángel Hevia. De nuevo las sombras se ciñen sobre el inicio de esta aventura. A pesar de tener el equipo formado, los Azcorreta no disputaron la decimoquinta edición del campeonato alavés. Se trata de un curioso y sombrío episodio en la historia del baloncesto territorial porque la competición senior sólo contó con la participación de tres escuadras. Sin aclaraciones ni justificaciones. Hubo que esperar a la temporada 1966-67 para ver de manera oficial a todos los Azcorreta juntos. El mayor problema es que no tenían nombre. Había que ingeniar algo que no tuviera relación con nada de lo anterior, algo 'independiente'. Así surgió el nombre. Recién creado, el Independiente logró el campeonato de Álava imponiéndose al todopoderoso Vasconia y los Azcorreta retomaron la ambición de ascender.
Para ello debían, en primer lugar, superar al Lora Barri de Bilbao y al Arlanza de Burgos en la capital vizcaína, en concreto, en los Escolapios. El primer escalón no resultó complicado para los alaveses que vencieron por 36 a 30 a los burgaleses y por 31 a 45 a los vizcaínos. Quedaba aún otra fase, la definitiva, a celebrarse en Vitoria en la pista de la SD Estadio. Los contendientes fueron el Natación de Pamplona y el Cordimariana guipuzcoano, además del Independiente y el Lora Barri, como campeón y subcampeón de la fase de Bilbao.
El Independiente no pudo aprovechar el factor cancha. De hecho, fue un desastre. En la primera jornada, el conjunto Lora Barri de Bilbao se tomó la revancha y venció a los alaveses por cinco puntos. La segunda jornada no resultó mejor. El Cordimariana guipuzcoano apabulló a los Azcorreta por 26-67. En la tercera y última jornada, los del Cordimariana se coronaron como campeones mientras que el Independiente cerró su participación con otra derrota frente al Club Natación Pamplona por 78-37.
La nota llamativa de esta fase de ascenso estuvo protagonizada por los árbitros. Los colegiados procedentes de Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra se negaron a pitar la última jornada si no percibían el dinero acordado para arbitrar durante las dos primeras jornadas. El importe ascendía a 8.000 pesetas. En el Estadio nadie abrió la cartera. Los árbitros cumplieron su amenaza y se marcharon. La organización los suplió por los alaveses Guereñu y Fernández, que impartieron justicia con atino en los dos partidos que conformaban la última jornada.
Desde entonces, los Azcorreta se dedicaron a jugar en la Primera división del campeonato senior alavés. Ni más ni menos. En sus vitrinas se exhiben ocho campeonatos y dos subcampeonatos. Para la historia quedan una fusión fantasma con el San Viator, que permitió a estos últimos militar en Tercera división con un equipo juvenil, y otro intento de ascenso a liga interautonómica sin éxito. El Independiente jugó la Primera alavesa y por ello renunció sistemáticamente a los ascensos. 'Entrenamientos, ALT y cenas son la primera norma del espíritu Independiente'. Este es uno de los mantras que reza en la página web del club. Se enfundaron su camiseta unos 150 jugadores y los nombres de todos los que disputaron algún minuto antes del 50 aniversario se encuentran impresos en ella. Carlos Azcorreta hijo continúa la saga con más de medio siglo de historia. No hay otro más antiguo que ellos en todo el campeonato alavés. Sólo el Baskonia les supera. Dos equipos muy igualados en los inicios hasta el meteórico ascenso vasconista a Primera división, pero eso es otra historia.
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