Virginia Cobos, capitana del Leioa Waterpolo, cuelga el gorro

«Siento que ha llegado el momento. Creo que le he dado todo lo que podía dar al deporte y al equipo, y también que el deporte me ha dado todo lo que me podía dar». Virginia Cobos, la eterna capitana del Leioa y máxima estandarte del equipo, se retira. Pone así punto final a una dilata carrera deportiva –doce temporadas– que han ido de la mano del conjunto leioaztarra. Cuelga el gorro y lo hace en el mismo vestuario que pisó por primera vez allá por 2009. «Es un cambio de ciclo», señala.

Una despedida que, pese a producirse el mismo año del descenso, le deja un buen sabor de boca. «La oportunidad de vivir la División de Honor ha sido muy especial», confiesa. La magia que envuelve al año no se disipa pese a esos momentos más duros en los que no ha podido disfrutarlo del todo. La santutxuarra ha tenido que compaginar la actividad deportiva de alto nivel con su trabajo. Y por si ello fuera poco, estuvo casi dos meses en el dique seco tras de fracturarse un dedo de la mano en un amistoso.

Pero eso no emborrona sus recuerdos de la temporada, al igual que cuando hace memoria y repasa todas y cada una de las doce temporadas. «El hecho de haber jugado siempre en el mismo equipo creo que es bastante significativo por sí mismo. Es el resultado de que realmente he creído y sigo creyendo en el equipo y en el proyecto, señal de que me identifico», destaca la capitana, siempre con el once grabado en su gorro y que considera Sakoneta prácticamente su segunda casa.

Pese a vivir el descenso a Liga Euskal Herria, también participó en la vuelta a Primera División y recientemente en la exitosa campaña para lograr el histórico ascenso a División de Honor. «Tengo claro que vamos a volver a subir. El equipo es bastante joven y todavía queda mucho margen de mejora», analiza la jugadora, que se despide de la pileta, pero no del club ni del vestuario. «Formar parte de esta familia me ha hecho realmente feliz y me va a seguir haciendo, porque de una manera u otra voy a seguir formando parte del equipo, aunque sea en la distancia».