

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Vanesa Freire (Leioa, 1981) ha decidido retirarse del waterpolo tras 20 años en las filas del Leioa WLB. La jugadora vizcaína era la capitana del equipo y compaginaba su trabajo como bióloga con el deporte. Freire analiza su trayectoria en una entrevista con EL CORREO y la casualidad que la llevó a empezar en este deporte.
- Tras 20 años en el Leioa Waterpolo y siendo la capitana de equipo dice adiós a este deporte, ¿qué le llevó a tomar esa decisión?
- No podía seguir con el compromiso que tenía hasta ahora de entrenar tantas horas, cuatro días a la semana dos horas, de 21:00-23:00 y luego los partidos fuera: Madrid, Barcelona... El año pasado intenté comprometerme menos pero luego no soy capaz. Si estoy, tengo que estar tope.
- ¿Cómo ha sido la despedida?
- Ya lo venía pensando de antes. Siempre lo dejaba para septiembre y este año lo tenía más claro y me había propuesto que el anterior iba a ser el último. Ya estaba más concienciada. El otro día me hicieron un homenaje muy bonito, todo el club allí, las chicas con una camiseta de 'Eskerrik asko, Vane'... El otro día que lo pensaba me di cuenta que llevo más de la mitad de mi vida en este equipo.
- ¿Qué es lo mejor que se lleva del waterpolo?
- No es solo el deporte, son los compañeros, son los retos... Son muchas cosas. No es solo un deporte. Sino hubiera estado tan bien no hubiese aguantado tantos años. He estado muy a gusto, mis compañeras me daban mucho pero yo creo que también les habré dado. Es algo recíproco.
- ¿Por qué decidió empezar en el waterpolo?
- Estaba en el momento adecuado en el lugar adecuado. Nosotras éramos nadadoras que íbamos a nadar dos veces a la semana y con 18 años nos dijeron que si nos animaríamos a sacar un equipo y quisimos probar. De ahí surgió la idea y poco a poco se fue formando el club. Ahora ha crecido mucho el club.
- ¿Le ha quedado alguna 'espinita' clavada?
- La verdad es que no, ya me lo ha preguntado más gente. El club empezó con nosotras y poco a poco nos hemos ido poniendo retos. Estuve con la selección de Euskal Herria. Yo creo que he cumplido con todas las etapas y como jugadora he ido de menos a más.
- ¿A qué se dedica ahora que ha abandonado las piscinas?
- Yo soy bióloga en un centro de oftalmología. Ahora estoy yendo a entrenar algún día pero con otro compromiso para estar con mis compañeras y hacer un poco deporte. Pero de momento sigo un poco enganchada al equipo. Todas las que estamos en el equipo o están estudiando o las que somos más mayores hemos tenido que compaginar con el trabajo.
- ¿Cómo ha visto la evolución del waterpolo femenino en los últimos años?
- Poco a poco va ganando visibilidad, el nivel ha aumentado mucho desde que empezamos nosotras. Ahora se ha equiparado mucho más.
- El año pasado el equipo hizo muy buena temporada, ¿cómo lo vivió?
- Hace unos años también quedamos terceras pero este año había posibilidad de promocionar y estuvimos ahí con la ilusión. Poco a poco íbamos viendo que se podía, con humildad, y entonces estuvimos muy motivadas. Fue un poco decepción cuando ya vimos que perdíamos nuestras posibilidades y nos dio un poco de impotencia, de haberlo tenido ahí y que se nos hubiese escapado.
- ¿Cómo lleva el ver a jugar al equipo desde fuera del agua?
- Hace dos sábados que fue el primero en casa y el primero que vi desde la grada y pasé muchos nervios. Se está mejor en el banquillo o en el agua. Y un poco de pena también. También nosotras teníamos como nuestro ritual antes del partido, tomar algo antes, hacer un calentamiento con unas personas, chocar la pala antes de entrar al agua... Son cosas que echas de menos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.