Plantilla y cuerpo técnico del Logroño, con su presidente Carlos Arrantia arriba a la derecha. C.V.L.

El mejor equipo de voleibol nacional ya forma parte del pasado

El Logroño desaparece después de haberse adjudicado casi todos los títulos de los últimos años. La falta de apoyos, económicos y sociales, ha hecho tirar la toalla a su presidente y creador

laura gonzález

Sábado, 13 de junio 2020, 21:29

El Club Voleibol Logroño ya es historia. Al menos, su primer equipo, el mejor de todo el panorama nacional en los últimos años, que ha renunciado definitivamente a competir después de haber logrado 18 de los últimos 20 títulos de liga, Copa y Supercopa ... en juego. Esta temporada se encontraba en lo más alto de la tabla, con 9 puntos de ventaja sobre el segundo, cuando fue cancelada la Liga Iberdrola por el coronavirus. Un título que todavía no ha sido corroborado por la Federación Española.

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Este hecho ha colmado el vaso del presidente de la entidad, Carlos Arratia, su fundador en 2004, el que lo construyó de la nada para dar salida a su hija y el que ha firmado su último capítulo, el más triste, sumando una nueva despedida en todo lo alto de una entidad femenina de este deporte. Y es que el Club Voleibol Logroño sigue los pasos de otros referentes que fueron incapaces de sobrevivir, como el Tenerife Marichal -tras ganar diez ligas-, o el Murcia, cojnuntos que también cerraron de forma abrupta sus trayectorias.

Ahora le ha tocado al club riojano, el segundo conjunto que más veces ha ganado la liga nacional, seis, de forma consecutiva, y el que se quedó al borde de las 100 victorias seguidas hace dos años. Más de un lustro de dominio del anteriormente conocido como May Deco Voleibol, que han terminado debido al cansancio de su máximo regidor.

«Se mantiene un agravio comparativo importante entre los equipos masculinos y el nuestro»

El empresario riojano siempre ha reclamado más apoyo y ha asegurado que este adiós no ha venido dado únicamente por cuestiones económicas. En la rueda de prensa que ofreció esta semana puso el foco en las administraciones públicas. Consciente de que deben ser «escrupulosas con el reparto», afirmó con rotundidad que se mantiene «un agravio comparativo importante entre los equipos masculinos y el nuestro», recordando cómo han tenido que rechazar jugar en Europa por no poder hacer frente a ello con su presupuesto. «Nunca hemos recibido ni un solo euro por ninguno de los 18 títulos de categoría nacional que hemos recibido. Los buenos discursos que hemos escuchado no se han materializado».

Disparó contra el actual responsable de Deportes del Gobierno de La Rioja, asegurando sentirse «defraudado» por el trato. También contra el presidente de la Federación Española, asegurando que antepone «cuestiones personales». Como otros de los motivos también apuntó la baja cifra de seguidores en las gradas y además ha reconocido que han contado con menos atención mediática de la que entendía que merecían.

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Una «tragedia»

Arratia ha admitido la «tragedia que supone perder este equipo» y ha aclarado que con su comparecencia «solo he querido contar mi verdad, no pretendo culpar a nadie pero sí sensibilizar a los estamentos», pidiendo perdón a las jugadoras por esa decisión, ya que con algunas habían arrancado el proceso de negociación para renovar.

El Club Voleibol Logroño, que empezó llamándose Murillo por haber surgido en la localidad de Murillo de Río, ha contado en los últimos años con patrocinadores, pero nunca llegó a lograr uno de cierta envergadura, pese al éxito conseguido en las pistas, que le diera la solidez necesaria para crecer sin que fuera necesario el empuje de Arratia. En varias ocasiones este llegó a asegurar que no podía poner de su bolsillo cada años unos 100.000 euros.

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En 2015, para evitar la desaparición, la entidad se trasladó a Logroño, en busca de más público y más apoyos. Ahora ha tenido que dar el definitivo paso atrás, o a un lado. Y es que asegura que el club, y sobre todo su cantera, seguirá adelante, pero no así su máximo referente, el primer equipo, que queda automáticamente desmantelado. Dirigido en la pista por la exjugadora Esther López, la mejor española de los últimos tiempos, parecía haber logrado mayor estabilidad con la donostiarra. Ella también se ha visto sorprendida por este trágico final, en el que ya no hay marcha atrás. Fin a casi una década de éxitos deportivos y sinsabores económicos, que han pesado demasiado para seguir adelante.

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