Simone Biles, la reina absoluta de la gimnasia artística

Hay deportistas que brillan bajo los focos o que vuelan sobre la pista sin que nadie sea capaz de alcanzarles. La estadounidense Simone Biles es desde hace tiempo la reina indiscutible de la gimnasia rítmica, en la que no se le escapa un título desde 2013. La que también sigue cosechando títulos es Mireia Belmonte, que logró un oro y un bronce en la FINA World Cup de Budapest. EL CORREO repasa estas y otras noticias de deporte femenino de la semana.

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Hace tiempo que Simone Biles se coronó como reina absoluta de la gimnasia artística. Desde 2013 no se le escapa un título y esta semana ha sumado su quita medalla mundial en Stuttgart. La estadounidense roza la perfección en cada ejercicio, dando vueltas de campana y girando en el aire a su antojo. Gracias a la dificultad y riesgo de sus acrobacias, Biles superó los dos puntos de diferencia con la segunda clasificada, la china Xijing Tang y alcanzó los 58,999 puntos.

La semana pasada, la natación española despedía, al menos temporalmente, a una de sus mayores estrellas. Ona Carbonell anunció que no competiría en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Con 23 medallas y en siete Mundiales a sus espaldas, Carbonell dijo que esta pausa se debía a «motivos personales». Esta semana, la nadadora ha do más allá y ha aclarado en los micrófonos de Radio Marca que debe cuidar de su familia. «Fue una decisión difícil, pero cuando personas cercanas a ti tienen un momento delicado priorizas lo más importante, que para mí siempre ha sido la familia», explicó Carbonell.

España brilla en las competiciones de kárate. En la Premier League de Moscú, el equipo femenino de kata logró subirse a lo más alto del podio. La campeona y número uno del mundo Sandra Sánchez se colgó su quinto metal tras imponerse a la japonesa Kiyou Shimizu. El equipo femenino de kata logró el oro y María Torres fue bronce en la categoría de más de 68 kilos.

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Mireia Belmonte sigue coleccionando medallas. Las más recientes las ha logrado esta semana en la FINA World Cup de Budapest, donde se hizo con el oro en los 800 libres y el bronce en los 400 estilos. En la primera de las pruebas, Belmonte sacó un segundo de ventaja a la segunda clasificada, la nadadora australiana Maddy Gough. En la prueba de los 200 mariposa, una de sus favoritas, no pudo lograr medalla y quedó finalmente en octava posición.