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La colegiada argentina afincada en España dirigiendo uno de los partidos. E.C.
«Estar rodeada de hombres también es positivo»

«Estar rodeada de hombres también es positivo»

Cintia Loyola es la única árbitra de rugby que hay en España. Rechazó una oferta para ser futbolista de Primera debido a su pasión por el balón oval

Lunes, 23 de septiembre 2019, 00:31

Las mujeres no paran de abrirse camino. Si antes era más bien ciencia ficción ver a una chica silbato en mano tratando de imponer justicia en un campo de fútbol, en medio de dos grupos de jugadores exaltados, el paso del tiempo, el cambio de mentalidad y el atrevimiento de muchas ha hecho que esta imagen sea cada vez más cotidiana. Pero hay deportes en España que todavía están en una primera fase, que no cuentan apenas con chicas colegiadas, como es el caso del rugby.

Y eso que una granadina, Alhambra Nievas, forma parte de la Federación Internacional, después de haber dirigido la final femenina de los Juegos de Río y de haber sido nombrada mejor árbitro del año en 2016. Pero lo cierto es que tan solo una mujer, Cintia Loyola, figura en estos momentos en la lista de colegiados de rugby en España, en un deporte de masas, globalizado, que celebra en estos momentos su Mundial, y que destaca por el respeto y los valores mostrados sobre el campo.

Eso fue, entre otras cosas, lo que la atrapó a ella en este mundo. Nacida en Argentina hace 35 años pero residente en España desde hace más de una década, atiende a EL CORREO un día después de mudarse de Málaga a Madrid, donde seguirá compatibilizando sus estudios de Derecho (está en el último año), con su trabajo como monitora de gimnasio y pilates, y con su gran pasión, el balón oval. «Un día estaba paseando por el centro de Málaga y me encontré con una amiga que me dijo '¿te vienes al rugby?' 'Pues claro'. Y así empezó todo, de casualidad».

De ser casi un deporte desconocido para ella se ha convertido en toda su vida. «Estuve 16 años como jugadora y ahora llevo ya 5 desde el otro lado». Formó parte de la Selección Andaluza y de la Española, aunque nunca llegó a jugar un encuentro oficial con esta última. También practicó balonmano y fue futbolista, a nivel regional, descartando una oferta que le llegó de un equipo de Primera debido a su pasión por el rugby. «A mí me llenan las personas y estaba muy a gusto, además de que me encanta este deporte». Lo tuvo claro, como le volvió a ocurrir tras su retirada, al tomar la decisión de continuar como colegiada. «No quería desvincularme, era una de las maneras de poder seguir con mi pasión. Hay otras que entrenan, pero yo opté por este camino».

A la derecha de la reina Letizia Ortiz en la visita que la monarca hizo en julio a la Selección Española. F.E.R.

Loyola considera que existe un 'boom' femenino en el deporte impulsado principalmente por las grandes selecciones como 'Las Leonas', que animan a otras mujeres a dar el paso, a querer intentarlo por sí mismas. Ella en ese sentido no se siente referencia alguna. «La referencia en realidad es el rugby, da igual el sexo que tengas. Estar rodeada de hombres también es positivo. Se aprende. Yo me siento una más. No veo que haya diferencias por ser chico o chica». Lo que sí reconoce es que le encantaría poder tener compañeras. «Espero que pronto cambie y que se animen muchas más». ¿Por qué crece el número de jugadoras y no de árbitras? «Hay unas cuántas que quieren dar el paso, pero les falta hacerlo. A muchas les apasiona tanto jugar que les cuesta cambiar. Ahora se piensa más en ello, sobre todo las que van a dejarlo, como me pasó a mí. Antes era más complicado».

Debut internacional

Con un carácter afable y alegre, aunque confiesa que es «bastante tímida», Cintia Loyola trata de ser empática sobre el terreno de juego. «En un partido todos tenemos que disfrutar, no me gusta poner barreras con los jugadores. A no ser que se pongan muy pesados», bromea. Considera que no es necesario haber sido previamente jugador para ser un buen árbitro, pero cree que el poder vivirlo «desde dentro» es algo que «llena mucho».

"En un partido todos tenemos que disfrutar, no me gusta poner barreras con los jugadores"

Ella dirige partidos en la máxima competición nacional femenina, y en el segundo escalón de la masculina, y cobra lo mismo que sus compañeros, una media de 170 euros por encuentro. Este verano pudo disfrutar de su primera experiencia internacional tomando parte en dos torneos europeos, todo un premio por su trabajo y dedicación. «Siento que estoy disfrutando cada vez más», asegura, aunque reconoce que pese a los valores que rodean al rugby también ha tenido que escuchar ciertos comentarios desde la grada por el hecho de ser mujer. «No pierdo tiempo con ello, yo lo que intento es que vean que nosotros también formamos parte del deporte y que me equivoque o no, mi intención es hacerlo cada vez mejor». Y eso es lo que pretende seguir haciendo. «No aspiro más que a disfrutar en el próximo partido que me designen».

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