La vizcaína que gana a los hombres en el mar

Una hazaña que la de Galdakao firmó en Cascais tras completar los 20 kilómetros que separan esta ciudad de Lisboa. Una travesía que por primera vez fue incluida en el Circuito Mundial de Aguas Abiertas de Ultramaratones (WOWSA), lo que congregó a especialistas de más de 40 países. Superó a todos con un ritmo que les fue imposible mantener. «La salida tuvo lugar desde el Monumento de Los Descubrimientos. La mitad de la prueba se hizo en aguas del Tajo, donde ibas como volando, a favor de la corriente, y el resto ibas como frenada, en mar abierto. Las chicas empezamos tres minutos más tarde y yo fui muy fuerte desde el principio. Dejé descolgada a una brasileña a mitad de la prueba y pillé al primer chico. A partir de ahí ya fui sola en cabeza hasta el final», relata a este periódico.

Logró cruzar la línea de meta tres horas, 52 minutos y 15 segundos después, y hasta pasados cuatro minutos, pese a haber tomado la salida antes que las mujeres, no llegó el nadador que se colgó el oro en categoría masculina, Mikel Arteaga, un catalán con padres vascos. Una victoria que fue más redonda si cabe teniendo en cuenta que en esta travesía, en la que hubo que pasar por un banco de medusas, Andrea tuvo que sobreponerse a problemas estomacales. «Me suele pasar por los nervios, el esfuerzo, por tragar agua de mar... Los últimos cuatro kilómetros me costaron bastante», reconoce.

Pese a todo logró llegar la primera a Cascais, sacándole siete minutos a la segunda nadadora. Una prueba a la que esta vizcaína acudió como embajadora, invitada por el organizador, Jorge Pereira, «para que hiciera previamente labores de marketing en redes sociales» y en la que terminó llevándose un triunfo indiscutible y demostrando que las mujeres pueden llegar a rendir mejor que los hombres en competiciones extremas. «Hay estudios que ya hablan de ello, de que en larga distancia el rendimiento femenino es bastante mejor que el masculino, sobre todo por la fisonomía. Parece que estamos más preparadas para rendir en competiciones de esfuerzo prolongado», declara.

De la Hera entrena seis días a la semana, compaginándolo con su trabajo como economista. Además del aspecto físico, para ella es vital el apartado mental. «En estas pruebas tan largas se hace duro estar tantas horas compitiendo. Si consigues mantener la concentración y saber lo que tienes que hacer, a veces eso suma mucho más que lo que hayas entrenado previamente».

Ganadora en tres ocasiones de la prestigiosa Batalla de Rande, además de la Ultraswing de Ibiza y la de Madeira, la nadadora vizcaína ha llegado a estar ocho horas seguidas nadando, en la travesía Capri-Nápoles, para completar 36 kilómetros. En esa ocasión podría decirse que también ganó ya que llegó a meta con el primer chico, a la vez. En 2020 tenía plaza para la Manhattan 20 Bridgets, una prueba de unos 48 kilómetros que consiste en dar una vuelta a nado por toda la isla neoyorkina, pero debido al coronavirus se suspendió.

De la Hera debe correr ella misma con todos los gastos de competición, con la ayuda de varios patrocinadores. Tras el logro conseguido en Portugal ha puesto el broche de oro a la temporada y ahora su objetivo más cercano es descansar y preparar bien el próximo curso, que arrancará en mayo, en el que espera seguir sumando retos. A sus 30 años, uno de los que tiene marcado para el futuro más próximo esta deportista de ultrafondo es el de completar a nado el Canal de la Mancha. «Debería coger peso para aguantar bien el frío», bromea. «Cuesta unos 3.000 euros y para hacerla tienes que reservar un barco con dos años de antelación. Es mi sueño poder estar allí algún día. Es como subir el Everest».