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Txema izagirre
Miércoles, 10 de noviembre 2021, 00:38
La luchadora getxotarra Naiomi Matthews, de 36 años, se acaba de proclamar doble campeona del mundo en grapplin (modalidad de lucha que busca tener bajo control al oponente sin efectuar ningún golpe) y grapplin g idee Serbia, en la categoría de hasta 53 kilos. Ahora ... buscará otra medalla en Abu Dabhi, en jiu jitsu brasileño (BBT). Para viajar cuenta el apoyo de la comunidad que forman estos deportistas en los gimnasios y hasta con el apoyo de sus vecinos, porque las ayudas son nulas. Templada e inteligente, Matthews es una mujer triunfadora en un deporte minoritario.
- Dos oros en grapplin y grapplin gi en un Mundial. ¿Satisfecha?
-En 2018 conseguí el oro y el bronce. Luego en 2019, el objetivo era el oro, pero tuve una lesión y no me pude presentar. En 2020, llegó la pandemia. Y en 2021, pues objetivo cumplido. Satisfecha, sí.
- Llegó la recompensa.
- Sí, es la recompensa del trabajo porque al final todos los competidores que han ido allí han hecho su trabajo. Yo venía de una trayectoria ascendente. Más que nada era una favorita en el campeonato y eso era una presión añadida que tenía que soportar. Pensaba: ¡no puedo fallar, no puedo fallar! Hubo mucha presión desde la primera hasta la última pelea por eso. Pero a toro pasado tampoco fue tan duro.
- ¿Tiene memorizadas todas las medallas que ha ganado en campeonatos de España, Europa, mundiales…?
- ¡Nooo¡ tengo que mirar en Wikipedia, ja, ja...
- ¿Ya está pensando en el siguiente campeonato?
- Me gustaría irme a un campeonato que hay en Abu Dhabi. Es un Mundial de la Federación de jiu jitsu brasileño (BTT), donde es un deporte internacional y está muy valorado a nivel del mundo. Sacar un título en esa competición es otro escalón.
- ¿Cómo llegó a la lucha?
- Fue un poco por casualidad. En esa época estudiaba Ingeniería Industrial. Ahí estaba lidiando con la carrera en San Mamés y me apunté a kung fu en un gimnasio que había al lado. Pero en agosto cerraba. Y un día estaba surfeando con un amigo en la playa y me dijo: ¿Por qué no te vienes a probar? Así que me fui a probar un mes, que al final se convirtió en 9 años.
- Y lo que le queda.
- Quiero seguir porque la lucha ya es mi vida.
- Un deporte que exige un control absoluto entre agresividad y frialdad. ¿Cómo consigue ese cóctel tan complicado?
- Con años y experiencia. Recuerdo que en mi primera competición, después de la lesión, había una situación dudosa y el árbitro se equivocó; digamos que no tenía razón, y ahí perdí un poco el norte. Con la experiencia qué te da la competición sabes que tienes que salir agresiva pero también un poco fría.
- ¿Qué opinión le merece que se consideren agresivos estos tipos de lucha?
- Es que el grapplin y el jiu jitsu brasileño (BTT), de hecho, puede practicarlo cualquiera: Desde niños a personas de 60 años tenemos entrenando en el gimnasio. El límite lo pones tú. En el momento que tú no puedes, se para la pelea.
- ¿Consigue entrenar con rivales de nivel para seguir en la élite?
- En el gimnasio la gente me ayuda, se adapta a las necesidades de cada campeonato. Lo malo es que para estar a alto nivel tienes que competir en el extranjero y me tengo que financiar los viajes, que son carísimos. De hecho estuve en Estados Unidos este verano y fue mi vecino el que me financió el viaje. Se llama Fidel. Me dijo que le dijera lo que necesitaba, que él me ayudaba.
- Mujer, deporte minoritario, sin ayudas... ¿no es muy duro?
- A veces es muy duro. No tengo ninguna beca (deportiva), hasta hace un mes estaba trabajando en una pizzería. Le servía pizzas a gente que tenía beca. En esos momentos es muy duro. Dices, yo estoy aquí, matándome, intentando llegar al máximo y, en realidad, no hay un reconocimiento a ese trabajo duro, ni a mí persona, ni a mi club, que sí que tiene potencial para sacar más gente de alto a nivel. A veces es duro. Pero luego viendo los resultados, lo miras y te dices que merece la pena lo duro.
- Una luchadora conoce muy bien sus puntos fuertes. Diga los suyos.
- La verdad es que la autoconfianza, que me la ha dado el deporte, y que soy bastante cabezota, perseverante. Si tengo un objetivo hago lo que sea por conseguirlo. Yo luchaba por irme a Estados Unidos una vez en la vida y, al final, lo he logrado. La gente ve que invierto mi tiempo, mi esfuerzo, y eso es lo que también anima a otras personas ayudarme.
- ¿Son como una comunidad?
- En el Antiguo Golf (una urbanización residencial de Getxo) se ha creado una especie de comunidad de gente que no tenía ni idea de lo que era jiu jitsu. Jon, el del bar, entrena con nosotros y pone en la televisión lucha brasileña, así que la mayoría de gente sabe lo que es. Y para mi entrenador Rodrigo, que fue el que me introdujo en el deporte, es algo curioso y bonito de ver.
- ¿Entonces cuánto le saldrá ir a Abu Dhabi?
- A Abu Dhabi me puede costar unos 1.000 o 1.200 euros, porque yo siempre voy tirando por lo bajo y vuelo en low cost. Estamos haciendo unas camisetas y doy clases en un gimnasio de Bilbao abierto a la gente para que me ayude a viajar y alguna cosilla más. Un compañero del equipo pinta tablas de surf y va a sortear una. A ver si con esas cosillas lo consigo. La inscripción ya la he pagado. Luego, a ver si consigo el viaje para competir del 17 al 19 de noviembre.
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