La vizcaína Naiomi Matthews es la reina indiscutible del grappling en España, modalidad de lucha cuerpo a cuerpo basada en técnicas de derribo. La integrante del Riders Fight Club de Getxo y representante de la Federación Vasca, se hizo este pasado fin de semana ... con dos oros en la localidad alicantina de Alfaz del Pi, al imponerse en su categoría (53 kilos) en todos los combates celebrados con y sin kimono, lo que la convierte nada menos que en seis veces campeona nacional.
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«Este año ha sido un poco raro por la pandemia. Hemos preparado antes muchos torneos que no han salido e íbamos muy bien, pero con la incertidumbre de cómo llegaría el resto, y de cómo iba a ser todo», explica a este periódico. Una vez allí, y después de pasar los pertinentes controles, con PCR incluida, alojados todos en un mismo hotel en modo 'burbuja', pudo confirmar sus buenas sensaciones sobre el tapiz. «La primera pelea siempre es la peor porque luchas contra el rival y contigo misma, pero luego ya vas ganando confianza. Aunque había mucha competencia y mucho nivel yo estaba muy tranquila e hice mi mejor campeonato de España«, reconoce.
Primero se colgó el oro sin kimono, y al día siguiente repitió ya con él, en la modalidad 'gi'. Para la luchadora vizcaína esta es la tercera medalla que consigue en el último medio año, tras el bronce que logró en Ucrania el pasado mes de noviembre, en un torneo internacional al que fue invitada. Poco antes de acudir a él pudo empezar a prepararse junto a su entrenador, tras hacerlo desde marzo en solitario debido al coronavirus.
Poco después de regresar a Bizkaia tras el éxito en tierras valencianas, Naiomi recibió otra buena noticia al ver su nombre incluido en la lista de luchadores españoles que acudirán al próximo Europeo, que se celebrará en apenas una semana en Varsovia. «Va a ser muy seguido y casi no voy a poder descansar, pero tengo muchas ganas. A ver allí que nos encontramos porque en Polonia están entrenando normal, al igual que los deportistas rusos y los ucranianos», declara, reconociendo acto seguido que será una gran cita para «ver si de verdad estoy tan bien como me creo».
Allí irá con el objetivo de sumar otros dos oros, algo que no pudo hacer en su último campeonato continental, en febrero de 2020 en Roma, en el que solo se subió a lo más alto del podio en una modalidad, logrando en la otra el bronce. «Ojalá pueda traerme los dos». Pese a todo, lo conseguido en Italia le abrió las puertas de los World Combat Games, unas pequeñas olimpiadas de lucha, muy prestigiosas, en las que nunca ha estado, que finalmente fueron aplazadas por la pandemia, y que aún no tienen una fecha definida.
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Volver a brillar en el Europeo le permitirá, casi seguro, repetir convocatoria para el Mundial, que previsiblemente se celebrará a finales de año, tras los Juegos de Tokio. De nuevo la misma meta, el doble oro. En 2018 estuvo muy cerca, consiguiéndolo solo en la modalidad sin kimono, siendo con él tercera, lo mismo que le ocurrió en Roma. «Habrá que darlo todo, como siempre, para poder estar allí«.
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