Serena Williams no tira la toalla

Es nada más y nada menos que lograr su Grand Slam número 24. Espera conseguirlo precisamente en Wimbledon, torneo que arranca para ella el próximo martes, para quitarse la espina de la pasada temporada y para poner fin a la maldición que parece perseguirle desde 2017, tras adjudicarse el Open de Australia al imponerse a su hermana Venus, convirtiéndose en la máxima ganadora de grandes en la 'Era Abierta'. Una victoria con la que recuperó de manera momentánea el número uno en el ranking mundial, y a la que siguieron una serie de infortunios que le han apartado desde entonces de lo más alto del podio.

Una gloria que espera saborear de nuevo tres meses antes de cumplir los 41, tras confesar que dudó muy mucho de su regreso a las pistas. «No sería honesta si dijese que no he pensado en mi retirada, pero ahora me siento muy bien físicamente», afirmó antes de disputar su primer partido en un año. Fue esta semana en el torneo de dobles femenino de Eastbourne, junto a la tunecina Ons Jabeur. Ambas se plantaron en la semifinal, que debía de disputarse este viernes, pero una lesión de Jabeur ha terminado antes de lo esperado la que iba a ser la preparación en hierba de la pequeña de las Williams de cara a Wimbledon, donde ya sabe lo que es alzarse con un título individual en siete ocasiones.

Su presencia en la pista londinense es un gran aliciente, como también ver el estado de forma en el que se encuentra Rafa Nadal tras ganar Roland Garros, a principios de este mes, logrando su título 22. El de Manacor es el que más Grand Slam tiene en el ranking masculino. Serena posee uno más que él, y confía en seguir manteniendo esa 'ventaja'.

La tenista, que repite una y otra vez que «ama el tenis y jugar», espera seguir siendo competitiva y en poder estar en lo más alto más allá de la barrera de los 40 años. En 2017 fue madre, tras un complicado parto, sufriendo dos embolias, durante y después del nacimiento de su hija. Ganadora de siete Open de Australia, siete Wimbledon, seis Open de Estados Unidos y tres Roland Garros, ha firmado una trayectoria sin igual, manteniéndose casi siete temporadas en el número uno del tenis mundial.

Ahora, después de este año en blanco, y varios borrones en estos últimos años, Serena Williams ocupa el puesto 1.204, como si acabara de empezar en esto. Pero detrás de ello hay toda una vida dedicada a la raqueta, la participación en 73 torneos individuales y 855 partidos ganados frente a 152 perdidos. A la cita londinense acudirá como invitada, para disputar su edición número 21 en el All England Club, tras haber levantado el trofeo en 2002, 2003, 2009, 2010, 2012, 2015 y 2016. Perdió las finales de 2018 y 2019 y ahora espera, con su hija en las gradas, resarcirse a lo grande, tratando de poner un broche de oro a su magnífica carrera.