Sandra Sánchez, la televisiva profesora de los niños durante el confinamiento

Una nueva faceta que la ha dejado muy satisfecha. «Me encanta transmitir y enseñar el deporte a los más pequeños, y me han dado la oportunidad de llegar a ellos con todo lo que he disfrutado del karate«, declara en una entrevista realizada por el Comité Olímpico Español (COE), en la que reconoce que esto ha sido «una de las experiencias más divertidas que he vivido en mi vida». Para ellos ha diseñado sesiones en las que han trabajado la respiración, la psicomotricidad, los estiramientos o varias de sus técnicas de combate.

La toledana se ejercita en su casa de Talavera de la Reina, donde ha grabado las clases, junto a su marido y seleccionador nacional de katas, Jesús del Moral, en una zona acondicionada a la perfección, con un tatami llevado expresamente desde Japón. Considera que tiene la suerte de poder llevar a cabo un entrenamiento completo, aunque no oculta que está deseando volver al Centro de Alto Rendimiento para poder comprobar los resultados de todos estos días de ejercicio intenso. «Veníamos de tener competiciones casi cada quince días y para la planificación, dejaba periodos de carga muy cortos. Esta situación nos está viniendo bien para pensar a largo plazo y para que se vea reflejado tanto en la técnica como en el físico», explica.

Ahora mismo tiene un objetivo claro, los Juegos de Tokio, que pese a su experiencia serán sus primeras Olimpiadas, ya que hasta el momento el karate no se había incluido en el programa olímpico. Pero a la vez serán también las últimas, ya que París 2024 curiosamente no contempla continuar con esta modalidad. «Al principio se hablaba de cancelación y no de posponerlos, y como en París no se contempla este deporte fue un caos. Al final todo fue progresando y la verdad es que haberlos aplazado ha sido muy positivo. Podemos prepararnos para llegar muchísimo mejor».

Sandra en cuatro meses cumplirá 39 años. En su palmarés destacan infinidad de medallas. Actualmente tiene el récord por haber logrado colgarse de manera consecutiva medio centenar de ellas, a nivel internacional, en los últimos cinco años. No se ha bajado de lo más alto del podio en un tapiz desde hace mucho tiempo, pero como todo deportista tiene un sueño pendiente: conseguir un oro olímpico. «Me encanta ver los vídeos en los que se reflejan esos momentos de ganar la medalla y subir al podio. Me pregunto cómo será un momento así, y ojalá pueda vivirlo», reconoce.

La vigente campeona del mundo en la modalidad de kata aplaude los avances que ha dado el deporte femenino en los últimos años, pero considera que «todavía queda mucho camino» por andar. Ella además de entrenarse pensando en Tokio y hacerlo para los niños, también saca tiempo para estudiar. «El día es muy largo y ya terminé mi primera carrera y ahora voy con la segunda. Si te planificas bien, puedes hacerlo. La UCAM nos da la oportunidad de compaginar nuestros estudios y salir lo mejor formados posibles para que cuando acabe esta etapa, tengamos muchas puertas abiertas y posibilidades de cara al futuro».