La patinadora olímpica Lara van Ruijven muere a los 27 años

En este breve lapso van Ruijven fue diagnosticada con un trastorno autoinmune. Le provocaron un coma artificial y la sometieron a varias intervenciones quirúrgicas, pero finalmente los médicos no pudieron salvar su vida. «La ISU está muy triste por la muerte de Lara», afirmó Jahn Dijkema, presidente de este organismo, quien señaló que la comunidad del patinaje está «en shock por esta terrible pérdida».

El deterioro del estado de salud de van Ruijven comenzó el pasado 25 de junio, cuando se encontraba en Perpiñán junto al resto de la selección holandesa. Apenas cuatro días más tarde, la ganadora del oro en 500 metros en el Mundial de Sofía de 2019 estaba en la UCI, donde se le indujo el coma. Una reacción autoinmune condujo a complicaciones graves, y el sagrado interno, especialmente en el cerebro, empeoró la situación de la patinadora sobre hielo.

«Es surrealista, horrible», ha afirmado Jeroen Otter, seleccionador de Países Bajos. Antes de proclamarse campeona del mundo de pista corta en 2019, Van Ruijven logró el bronce en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018 en la categoría de relevo femenino de 3.000 metros de patinaje de velocidad. Su compañera, la medallista de oro Suzanne Schulting, se ha despedido de ella a través de las redes sociales. «Descansa en paz, querida Lara. Una vez me dijiste, antes del inicio de mi debut en la final del Campeonato de Europa, que iba a salir todo bien. Te dije lo mismo hace dos semanas, pero no funcionó. Te voy a echar mucho de menos. Te quiero», ha escrito.