Maialen Chourraut esperaba «muy ansiosa» su regreso al agua

«Llevaba desde el 15 de marzo sin poder remar y tenía muchísimas ganas de poder hacerlo. Esperaba este momento muy ansiosa. A partir de ahora empieza una nueva rutina, mucho más esperanzadora: salir de casa, coger la piragua, e ir al río, al río natural. O la semana que viene, o dentro de dos semanas, al canal artificial. El poder entrenar buscando, como siempre, la mejora", declara la guipuzcoana.

Aunque no oculta que pese a esa felicidad ha tenido sensaciones "contradictorias". "Por un lado estaba el placer de volver a meter la piragua en el agua, de sentarme, de coger la pala, de tocar el agua y de dar las paladas que dan ese deslizamiento tan placentero. Pero por otra parte, tuve que volver a intentar recordar, a aprender de nuevo, entre comillas, lo que he hecho hasta ahora, el gesto técnico olvidado de la fuerza, de cómo aplicar la fuerza en la palada. Han sido casi dos meses fuera y eso se ha notado», resalta.

Especialista en la modalidad de K1, ya son tres días consecutivos los que ha podido entrenar Chourraut en el río Segre a su paso por la localidad de Arfa, donde existe una instalación de eslalon con varias puertas.

Ha estado acompañada como siempre por su marido y técnico Xabi Etxaniz, quien ha desvelado que el poder volver a recuperar la actividad le ha sentado de maravilla en todos los sentidos a su mujer. "Ha disfrutado un montón y hasta come diferente. Dice que tiene más apetito y unas ganas de comer distintas a las que tenía estos meses pese a haber entrenado gimnasio y ergómetro. Supongo que todo cambia con esa ilusión". Chourraut retoma así el camino hacia los Juegos de Tokio.