Lydia Valentín, de nuevo campeona del mundo

Valentín (Ponferrada, 1985) partía como favorita aun cuando competía en una categoría que no es la suya. Una lesión en los hombros así lo aconsejaba. De los 75 subió a los 81. Más músculo, más protección. Pese a este hándicap, logró levantar 113 kilos y batir tres veces el récord de España con dos alzadas previas de 108 y 110 kilos, para superar a sus rivales, la kazaja Raushan Meshitkhanova y la bielorrusa Darya Naumava. También se ha impuesto en el total olímpico. El único 'pero' a su actuación ha venido en dos tiempos, cuando un error en el primer intento sobre 136 le abocó a una meritoria medalla de bronce. Solo esta circunstancia le ha impedido repetir el triplete logrado el año pasado en Anaheim (Estado Unidos). En su excelso palmarés lucen también cuatro entorchados continentales, el oro en los Juegos de Londres 2012, la plata en Pekín 2008 y el bronce en Río 2016. Todo ello luchando contra el dopaje de muchas de sus rivales, que han caído una detrás de otra.

Toda esta exitosa carrera comenzó hace más de dos décadas. Y fue fruto de la casualidad. Cuando tan solo contaba once años, Lydia Valentín, entró en un gimnasio donde se forjaría la campeona de todo que es a sus 33 años. «Me considero historia. Historia de mi país, de mi deporte, y posiblemente leyenda. Soy la primera persona de mi país que ha sido medallista olímpica, campeona del mundo, cuatro veces campeona de Europa. Cuando se hable de la historia del deporte español, tendré que estar ahí», decía en abril de este año. Ahora tiene todavía más razones decirlo.