Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La levantadora de pesas de Nueva Zelanda Laurel Hubbard está muy cerca de convertirse, a sus 43 años, en la primera deportista transgénero en competir en unos Juegos Olímpicos, tras cumplir con todos los requisitos de clasificación modificados para la edición de 2020, que se disputará este verano en Tokio.
El Comité Nacional Olímpico de Nueva Zelanda (NZOC) ha sido el encargado de hacerlo público este jueves en un comunicado, tras haber sido revisados los sistemas de clasificación de las federaciones internacionales por el impacto del coronavirus en todas las disciplinas del mundo. «Esto ha hecho que varios halterófilos neozelandeses, entre ellos Laurel Hubbard, deberían poder participar en estos Juegos», afirmaron, a la espera de que se conozca la lista definitiva de quienes compondrán la selección de dicho país.
Uno de los requisitos previos modificados para la ocasión es el haber asistido previamente a cuatro torneos clasificatorios, en vez de seis. También el de mantener su nivel de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro durante un periodo de al menos 12 meses. Hubbard, que comenzó a competir con el nombre de Gavin, siendo un hombre, ya fue la primera atleta transgénero en participar en los Juegos de la Commonwealth en Gold Coast (Australia) en 2018, donde tuvo una lesionó en el codo.
Actualmente es la número 16 del mundo en la categoría superpesado (más de 87 kg). Hizo su transición en 2013, manteniéndose en el deporte que siempre ha practicado, pero pasando de competir en categoría masculina a hacerlo con mujeres. El solo hecho de cumplir con los requisitos y el poder ser seleccionada para los Juegos ha levantado ya un enorme revuelo en todo el mundo. Los defensores de la inclusión de los atletas transgénero consideran que tras el proceso de transición la ventaja que pudieran tener frente a sus adversarias «disminuye considerablemente», resaltando que en realidad no existe «un campo de juego verdaderamente nivelado en el deporte». Ante estas afirmaciones algunos científicos han vuelto a recalcar que quienes han pasado la pubertad como hombres, mantienen las ventajas biológicas, «sobre todo en cuanto a la densidad ósea y muscular».
Según ha asegurado el Comité Nacional Olímpico de Nueva Zelanda, la presencia o no de Hubbard en Tokio no se conocerá hasta el mes de junio, cuando se dará la lista definitiva. «Antes de eso, todos deben proporcionar evidencia de capacidad para terminar entre los 16 primeros en los Juegos, con el potencial de lograr un puesto entre los 8 primeros». La halterófila siempre ha contado con el apoyo del organismo nacional de su país. En 2019 se encargaron de defenderla de los ataques que sufrió tras lograr lamedalla de oro en los Juegos del Pacífico, donde encabezó el podio por delante de la campeona de Samoa, Feagaiga Stowers. Un triunfo que provocó una gran indignación en la nación isleña.
Un año antes, en los Juegos de la Commonwealth, la mayoría de las selecciones rivales mostraron su malestar y emitieron quejas por la presencia de Hubbard en la competición. En esa ocasión cayó lesionada y tuvo que abandonar el torneo, en el que la Federación Australiana de Halterofilia intentó prohibir su presencia, alegando que su musculatura y el poder que aún mantenía de cuando era hombre, le aportaba un extra con el que el resto no contaban, independientemente de su tasa de testosterona.
La propia atleta, que suele ser reacia a hacer declaraciones, aseguró en 2017 que lo único que quiere es poder competir en el deporte que le apasiona y que lleva practicando toda su vida. «Si pienso en las críticas hace que mis arrancadas sean aún más difíciles. Soy quien soy. No quiero cambiar el mundo, solo quiero ser yo misma y hacer lo que hacía antes«.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.