El renovado proyecto del RC Jolaseta, que cuenta con siete jugadoras de la cantera de 15 y 16 años, ya ha arrancado la temporada, en la que ha disputado cuatro partidos. «Las sensaciones son buenísimas. Sabemos que va a ser un año difícil. Tenemos una ... plantilla justa, con mucha inexperiencia, es una situación complicada para las más jóvenes, que vienen de jugar un campeonato regional en Euskadi a pasar a una Liga nacional», explica Jorge Suárez, el entrenador del cuadro vizcaíno.
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En los cuatro primeros encuentros, el Jolaseta solo ha logrado 4 puntos, dos derrotas, un empate y una victoria. «Somos el equipo con mejor balance defensivo, porque ahora mismo tenemos cuatro goles a favor y cuatro en contra, y todos los partidos que hemos perdido ha sido por diferencia de un gol», cuenta Suárez. Sin embargo, el técnico del cuadro vizcaíno se muestra descontento con las decisiones arbitrales. «El pasado sábado nos empataron con un gol con el pie, y el domingo íbamos ganando a falta de 10 minutos y nos dieron la vuelta al marcador con dos decisiones arbitrales bastante comprometidas. No ha habido nada de suerte», critica.
A pesar de los resultados, el entrenador del Jolaseta confía en el potencial del equipo. «Queda mucho, pero el balance de trabajo es muy positivo. Tenemos claro que podemos competir contra cualquier equipo, pero eso nos lleva a poder ganar o perder contra cualquiera, estamos en una línea muy fina», señala.
Da la casualidad que las cuatro primeras jornadas, el Jolaseta ha jugado lejos de casa, donde se han visto «un poco mermados». «Ahora tenemos un parón de una semana y queremos aprovechar para hacer un pequeño reciclaje, que el equipo siga en crecimiento. Que las chicas se queden con lo bueno, que es más que lo negativo. Los entrenadores estamos muy contentos», resalta.
Jorge Suárez llegó hace poco más de un mes al banquillo de Neguri y confiesa que la clave del equipo es la unión que hay entre las jugadoras veteranas y las más jóvenes. «Las más mayores han entrenado a las pequeñas. Al final las niñas juegan con la tranquilidad de que la persona que está a su lado es como una hermana mayor. Están como en familia, se sienten muy arropadas. Eso está funcionando muy bien, el que hayan trabajando juntas tantos años», dice.
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A pesar del buen ambiente que hay en el equipo de hockey, Suárez reconoce que falta que lleguen los buenos resultados. «Pueden ser momentos complicados porque las jugadoras se ven desmotivadas. Son conscientes del momento en el que están. Es una apuesta arriesgada pero muy positiva, sobre todo de futuro», señala. El técnico asturiano ya vivió una situación similar en otro club, que apostó por rejuvenecer la plantilla. «Pasaron de ser un equipo de Primera de media tabla a quedar entre las cuatro primeras, ganar una Liga División de Honor y una Copa de la Reina. Son apuestas complicadas, pero si el proceso lo haces bien, tendrá sus frutos», reconoce.
De cara a los próximos partidos, Suárez reconoce que lo importante ahora es «conocer mejor a las jugadoras para poder ayudarlas más». El próximo choque será ante el Castelldefels en Getxo el 14 de octubre a las 11:00.
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