«Cuando Garbiñe saca toda su agresividad es muy difícil que alguien la gane»

- Vaya 2021 más exitoso: mejor entrenadora del circuito gracias a la extraordinaria temporada con Garbiñe, y un lugar en el prestigioso Salón de la Fama.

- Como lo del Salón de la Fama se retrasó un año por la pandemia, todo me ha venido en 2021. Y acabarlo con este premio es genial.

- ¿Esperaba el título de mejor entrenadora?

- Esperarlo, no. Pero como estaba en la lista de los nominados podía llegar. Estoy contentísima porque ha sido una temporada bastante dura. La pandemia, las burbujas, los viajes, la incertidumbre de si jugaríamos los torneos... Todo ha sido muy intenso. Y Garbiñe ha tenido un gran año. Gracias a sus resultados, que te voten y elijan los compañeros me enorgullece mucho.

- ¿Qué es lo que la gente no ve que usted ha conseguido con Garbiñe?

- Muchas cosas. Todo es fruto del día a día, del trabajo. Las cosas que se ven, a veces, parecen fáciles, pero no es así.

- Siempre ha dicho que lo importante de un buen 'coach' es saber ordenar a un tenista que llega desordenado. ¿Garbiñe llegó desordenada?

- Yo tengo una metodología. La preparación, la profesionalidad y tener continuidad en ese trabajo es la manera más correcta para realizar mi labor, y es imprescindible que la persona que llevas te siga. La base la tengo muy clara: trabajo y continuidad.

- ¿La metodología que aplica es la que le aplicaban en sus tiempos de tenista?

- Todo tiene su base también en lo positivo que extraes de tu experiencia. Es como un aprendizaje. Tengo muy claro cómo me gusta trabajar, cómo tiene que hacer su trabajo el equipo. Y a partir de ahí todos a una para sacar lo mejor de Garbiñe y que ella obtenga los mejores resultados.

- Vive usted aprendiendo.

- Eso lo hacemos todos. Siempre se aprende. Hay muy buenos profesionales con los que puedes tener conversaciones que te sirven para contrastar detalles y extraer enseñanzas. No me gusta quedarme estancada, quiero mejorar para dar a Garbiñe algo más.

- ¿Cómo definiría a Muguruza?

- Tiene mucho talento, mucha mano para el tenis, es trabajadora, con un enorme afán de superación, perfeccionista e inconformista, y eso es bueno porque le ayuda a conseguir sus metas.

- ¿Qué le habría gustado tener de Garbiñe en su época de tenista?

- El tenis ha cambiado bastante. Se juega muy diferente. Garbiñe tiene tiros muy potentes, y no es que yo no tuviera potencia, pero con el revés era... Bueno, yo tenía otra forma de jugar. Pero esa agresividad que exhibe es muy buena. Cuando saca esa agresividad y juega con paciencia es muy difícil que la gane alguien.

- ¿Cómo consiguió recuperarla y que esté logrando hoy esos altos objetivos?

- No hay mucho secreto. Trabajo y constancia. Trabajar bien y tener muy claro qué queremos conseguir. A partir de ahí tienes que hacer las cosas de una manera y no te puedes desviar mucho. Este año, a diferencia del anterior, ha sido completo. Se ha conseguido una regularidad en todo lo que ella tiene a su alcance, y cuidamos todos los detalles para que juegue mejor.

- Sabe por experiencia que una más que buena relación entrenadora-jugadora también influye en el rendimiento.

- Está claro que no todo es un camino de rosas. Puede haber choques, pero lo más importante es tener una buena comunicación. Nosotras nos llevamos muy bien y no tenemos muchos problemas. Es una relación abierta en donde si yo veo algo que no me gusta se lo voy a decir bien. Todo se tiene que dialogar y ella es la primera que sabe que es la más beneficiada para obtener los resultados que busca. Y si me tiene que decir algo, yo siempre le digo que me lo diga abiertamente porque si no las cosas se quedan estancadas, y es peor.

- Quizás esa es una parte importante del éxito porque a Muguruza le sobra talento.

- Es muy importante que ella crea en tu trabajo y confíe en ti. Cuando se pierde la fe en el entrenador todo resulta más difícil. Garbiñe me deja trabajar a mi manera porque ve los resultados. Esa es la clave.

- Después de tantos años viajando y jugando parece que ahora usted sigue disfrutando en la pista, además de lograr que Muguruza recupere la alegría.

- Me apasiona lo que hago. Soy bastante inquieta. De todas las cosas que he hecho lo que más me gusta es estar en la pista y entrenar a tenistas. Disfrutas y también lo pasas muy mal. Se viven los puntos como los vive ella. A Garbiñe le gusta mucho que la animemos, por eso hay que estar cerca de ella para arroparla. Me apasiona hacerlo.

- ¿En qué tiene que mejorar Muguruza?

- Todo es un proceso. Está mejorando muchas cosas. Tiene que seguir siendo constante, regular, seguir jugando con esa agresividad característica en ella. La meta es cerrar más puntos en la red, ya lo hace, y cuando lo hace, con esa planta que tiene le va muy bien. Trabajar en el saque, en el primero, para que le dé puntos gratis. Entrenamos el revés cortado, los ángulos, el cambio de altura para que sea una jugadora lo más completa posible, que ya lo es.

- ¿A qué tenista de su época le recuerda?

- Puede que a Sharapova, no sé.

- ¿Steffi Graf?

- No, porque el juego de Steffi era muy diferente, revés a una mano. De juego, no se parece. De planta, sí.

- El resurgir de Muguruza y la evolución de Paula Badosa ha hecho recordar los tiempos de usted y Arantxa.

- Paula ha pegado un buen salto en el ránking y está en el top-ten. Creo que como país, el tenis español está en un muy buen momento, y vamos a disfrutar mucho.