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En menos de un año, Garazi Sánchez (Getxo, 1992) ha vivido las dos caras del deporte. 2021 era una temporada de ilusiones, pero su ausencia ... en el Mundial conllevó que el sueño de los Juegos Olímpicos se esfumara. Ahora, la surfista vizcaína tiene motivos de sobra para sonreír. Tras ser competitiva y muy regular en las competiciones clasificatorias, Garazi se ha ganado una de las siete plazas europeas para estar en las 2022 Women's Challenger Series, o lo que es lo mismo, «el Top 64 a nivel mundial donde está la élite del surf», explica en Sopela.
Serán ocho competiciones a lo largo del mundo, desde mayo hasta diciembre, donde cada deportista acumula puntos. «Se suele tener en cuenta la mitad más uno de los resultados», explica Garazi. Un tour que arranca con dos pruebas en Australia en mayo, después Sudáfrica y California en julio, Portugal y Francia en octubre y Brasil y Hawai en noviembre. Y en esas series mundiales estará la vizcaína, que se ganó su plaza tras las citas de Azores, Israel y Portugal. «En Azores quedé quinta, en Israel también, que eran las pruebas que más puntuaban, y con eso ya casi lo tenía». Y la rúbrica se produjo en las playas de Caparica, cerca de Lisboa. Tres portuguesas, una francesa, una alemana y las vascas Nadia Erostarbe y Garazi Sánchez lograron finalizar entre las siete mejores. «Más que un premio es una reafirmación de mi trabajo y de mi rendimiento», recalca Garazi, quien una vez más ha demostrado su capacidad para saltar obstáculos y seguir adelante.
Porque después de superar un grave accidente mientras surfeaba en Francia en 2018 y volver al máximo nivel, Garazi se quedó sin opciones el pasado verano de estar presente en el estreno olímpico de su deporte. «Más que no ir a los Juegos, fue duro no ir siquiera al Mundial clasificatorio. En febrero me dio un latigazo el cuello, me preocupé porque sin querer me fui mentalmente al accidente. Hice un tratamiento de siete semanas, no pude ir a la última concentracion y a El Salvador fui sin surfear aunque convencida de mis posibilidades. Pero después de todo mi esfuerzo decidieron que no debía competir».
Lejos de ser un trauma, la vizcaína le dio la vuelta a la situación y extrajo lecturas y conclusiones que ahora le han ayudado en su empresa para estar entre las mejores del mundo. «Cuando vi que no iba y que en el fondo no pasaba nada, entendí que esto no deja de ser un juego y que hay que relativizar más, que si tienes una lesión tienes que centrarte en recuperarte. Y eso me ha ayudado, porque esta clasificatoria han sido en tres pruebas donde te la jugabas y sé que en otra época no lo habría podido gestionar esa presión de la manera en la que lo he realizado ahora».
Porque Garazi ha dado un paso adelante en su crecimiento como deportista y reconoce que «siento que es mi mejor momento. Porque ahora tengo mayor capacidad a la hora de tomar decisiones en el agua. Si trabajas la experiencia es una baza muy importante y yo lo trabajo mucho. Y además he conseguido la regularidad en competición que siempre me había faltado», asegura.
Así que embarcada ya en los preparativos de las dos primeras citas que le llevarán la semana que viene hasta Australia, Garazi Sánchez está convencida de poder «vivir la competición de otra manera y disfrutar más el competir con las mejores del mundo. Siento que mi trabajo es este y que he conseguido algo que cuando tenía siete años parecía impensable». Aquella niña que buscaba un hueco en el agua rodeada de chicos ahora compite en la élite y se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones. «La visibilidad que hemos dado a nuestro deporte es también muy satisfactoria», se despide.
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