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La esquiadora olímpica Alice Merryweather, miembro del equipo nacional de los Estados Unidos, ha explicado a sus seguidores el porqué de su ausencia de ciertas competiciones en el inicio de la temporada en sus redes sociales. El motivo es que la joven de 25 años sufre un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) desde hace algunos meses. «Me ha abatido, roto el corazón, agotado y casi destruyó mi pasión por el deporte que tanto amo», ha confesado antes de anunciar que ha pedido ayuda, se encuentra rodeada de gente que la apoya y va a someterse a un tratamiento intensivo.
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«No sé cuánto tiempo me llevará este viaje, pero voy a poner mi salud y mi felicidad primero y a tomarme las cosas con calma. Soy optimista», ha afirmado para prometer que volverá «más fuerte que nunca» cuando llegue el momento. Alice Merryweather, quien aprendió a esquiar a los cuatro años mientras perseguía a su hermano por las montañas, se convirtió en atleta olímpica cuando en 2018 participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pieonchang. Compite principalmente en esquí de velocidad, descensos y super-G. Debutó en su primera Copa del mundo en 2016 y el año pasado quedó en el top ten en Garmisch, Alemania.
Este atípico 2020 Merryweather encara su sexto año en la selección estadounidense. Es una de sus deportistas más jóvenes pero no es ninguna novata, y ha querido explicar lo que le sucede para dar fuerzas a otras personas que puedan estar pasando por lo mismo. «Quiero animar a todo aquel que esté peleando con su salud mental o con un trastorno de la conducta alimentaria a pedir ayuda y recordarles que no están solos, y agradecer a todos por su amabilidad y consideración», ha añadido.
Con sus palabras Alice Merryweather se suma a otras deportistas que han dado el paso de visibilizar los TCA, también en España. La anorexia y la bulimia son los más conocidos por su gravedad y se calcula que esta enfermedad mental afecta a alrededor de 400.000 personas en el país. La luchadora navarra Aintzane Gorria se enfrentó a la bulimia, que le apartó del tapiz temporalmente en 2019, y también decidió anteponer su salud la deporte. «Fue más duro que cualquier competición, tuve que hacer un gran esfuerzo para recuperarme», confesó a EL CORREO Gorria, quien considera que es importante dar ejemplo de que se puede superar esta enfermedad y sigue trabajando para estar en los Juegos de Tokio 2021.
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