El día que siempre soñó la bilbaína Helene Alberdi

A los vecinos de Zarautz que este lunes tuviesen cita en el ambulatorio puede que les haya atendido toda una campeona de Europa. La bilbaína Helene Alberdi, médica de familia en la localidad guipuzcoana, hizo historia al colgarse el oro en el Triatlón de Media Distancia que se desarrolló el sábado en la capital vizcaína. «Si me llegan a decir que voy a ganar en mi primera prueba internacional... No me lo creo. Fue el día soñado», explica a EL CORREO todavía con la emoción en el cuerpo.

Alberdi, de 31 años, no cabe en sí de la alegría. «Tengo el móvil a reventar. Mucha gente me ha enviado el vídeo de mi entrada a meta, me ha mandado mensajes... Quieres contestar a todos y no puedes», indica mientras confiesa que el sábado apenas durmió una hora. «Después de estar toda la tarde compitiendo tienes la adrenalina a tope. Tomé geles de cafeína para activar pero entre el cansancio y la emoción, cenamos tarde... Aunque sarna con gusto no pica. Ya me vendrá el cansancio cuando baje de las nubes», bromea.

La bilbaína repitió triunfo por las calles en las que se crió. Hace un año se proclamó campeona de España apenas siete meses después de dar a luz. Su pequeño Peio esperaba impaciente a su madre en la meta de El Arenal junto a su familia. «Mi marido y mis padres me ayudan a hacer encaje de bolillos para que pueda seguir haciendo esto», agradece. Compaginar ser deportista al máximo nivel con un trabajo y además criar a un hijo no está al alcance de cualquiera. «El día a día a veces es una locura y hay momentos duros, pero cuando llegan estos resultados te animan a seguir». Alberdi no sabe cuánto durará «a este nivel porque no es fácil», pero no duda de que seguirá haciendo deporte y trabajando. «En el ambulatorio tenemos mucha carga, sobre todo con problemáticas de salud mental. Te llevas a casa muchas cosas y el deporte me ayuda a desconectar y relativizar. Y al revés, el trabajo me viene bien porque no puedes pensar 24 horas en el deporte». Un perfecto binomio.

Esta médica se inició tarde en el triatlón, con 23 años. «Yo de pequeña había hecho natación -sus primeros entrenadores del Maristas del Santutxu estuvieron presentes en la meta: María, Natalia, Joana, Oier...- pero me enchufé rápido. En la natación no tuve la suerte que tengo ahora, pero la rutina de entrenamiento me ha ayudado muchísimo a saber sufrir». De su experiencia en el agua Alberdi demuestra en el triatlón una notora superioridad con sus rivales en el agua, la prueba inicial. «El ciclismo -la segunda- es lo que me ha costado un poco más. Aunque he mejorado, sigue siendo mi talón de Aquiles. Salí del agua y mi intención era que no se me escapasen en la bici, pero sufrí y conseguí llegar hasta ellas en la carrera a pie», recuerda orgullosa.

Alberdi quiere disfrutar del momento. «Voy día a día. Ir mejorando. La clave está en disfrutar de lo que haces y sobre todo quitarme un poco de presión. Ha habido momentos duros durante estos años, pero una victoria en el campeonato de Europa da sentido a todo esto», celebra. «Me costó darme a conocer, abrir el camino, hasta que me gané la plaza en el Europeo por mí misma». Tiene el Mundial del año que viene entre ceja y ceja. «Seguramente esté, parece que cuentan conmigo», bromea la campeona.

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