Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Shim Suk-hee no podrá colgarse una nueva medalla olímpica en 2022. La patinadora surcoreana, doble campeona de la modalidad short-track (velocidad), será una de las grandes ausentes de los Juegos de Invierno que arrancarán en Pekín el próximo 4 de febrero. Una baja ... que acaba de ser confirmada tras perder su batalla judicial contra una suspensión de varios meses infringida por su federación.
Un castigo que ha recibido tras enviar mensajes despectivos y amenazantes a sus propias compañeras. Shim, de 24 años, se disculpó «por su comportamiento inmaduro» cuando el contenido de los textos fue revelado. Conocida la sanción, solicitó al tribunal de Seúl que frenase el veto, para evitar perderse la gran cita de la temporada, pero no ha sido así, ya que las autoridades consideran «que ha sido violado el código de conducta del equipo nacional».
En 2018, durante la anterior edición de los Juegos Olímpicos de invierno, le sugirió a su entrenador la posibilidad de hacer tropezar a su compañera Choi Min-jeong si ambas coincidían en la misma carrera en la competición. La dos patinadoras se encontraron en la final de los 1.000 metros femeninos, y curiosamente ambas se fueron al suelo a la vez en los últimos metros. Shim fue descalificada y Choi acabó cuarta. La investigación de la federación surcoreana concluyó que el incidente no había sido intencionado, señalando una falta de pruebas, antes de conocerse el contenido de esos mensajes.
La patinadora acusada de atacar a sus compañeras posee cuatro medallas olímpicas, entre ellas dos oros en relevos, en 2014 y 2018. Un palmarés que queda en entredicho tras conocerse sus malas prácticas. Aunque esta no ha sido la única polémica que ha rodeado la carrera de la deportista ya que en los últimos años se ha visto involucrada en distintos casos de intimidación y hasta abusos sexuales.
En este último caso ella denunció haber sido la víctima de malos tratos por parte del que fuera su entrenador, desde los 17 hasta los 20 años. Aseguró haber recibido golpes y haber sido forzada y agredida sexualmente en varias ocasiones. La patinadora reconoció haber guardado silencio en un primer momento «por miedo a quedar estigmatizada como mujer, por el impacto en su familia y por las posibles represalias». El acusado, condenado a diez años de prisión, admitió haber golpeado a sus atletas para «mejorar su rendimiento», pero negó las agresiones sexuales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.